SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

18 de noviembre de 2011

ENVEJECIMIENTO Y RADICALES LIBRES

El mundo actual vive a expensas de un alto desarrollo tecnológico y en forma paradójica vive en medio de la pobreza y en precarias condiciones socio económicas. Sufre además, de grandes perturbaciones en el entorno ambiental. Constantemente la ciencia está descubriendo nuevos fenómenos que perturban el equilibrio hombre naturaleza que preocupan, desde el punto de vista, de la salud pública y de la salud mental.

Algunos de los fenómenos estudiados corresponden a la ionización positiva, la contaminación electromagnética y los radicales libres. También en forma permanente la ciencia busca métodos y estrategias para contrarrestar su agresiva acción.

La ionización (positiva y negativa) surge a partir de fenómenos naturales y su efecto es bien conocido desde la antigüedad. La concentración de iones positivos, nocivos para la salud humana, se ha venido incrementando en los últimos tiempos como consecuencia del desarrollo tecnológico de la humanidad.

De igual manera, el uso y el abuso de la energía electromagnética (sin la cual ya no es posible concebir nuestra actual civilización) han generado otra serie de problemas de salud pública y de salud ocupacional en lo que se conoce como polución o contaminación electromagnética, debida al funcionamiento de máquinas y electrodomésticos, y que tiene el agravante de ser, además, un enemigo silencioso e invisible. 

También como producto de nuestros hábitos alimenticios y la incorporación de la química a la industria alimenticia, ha aparecido otro fenómeno, de particular agresividad, conocido como los radicales libres los cuales, adicionalmente, se ven influenciados por la inducción de cargas positivas sobre el organismo.

Que es la ionizacion del aire?.Se aplica este término a las moléculas del aire que contienen pequeñas cargas eléctricas (positivas o negativas), fenómeno que se da normalmente en el aire que respiramos. Tales moléculas cargadas de electricidad se llaman IONES. Hay pues iones positivos y negativos, y están naturalmente en una proporción de cinco a cuatro en una atmósfera equilibrada. En las ciudades hay un exceso de iones positivos, mientras que en el campo y en las sierras abundan los negativos.

Estudios recientes demuestran que los iones positivos y los radicales libres tienen gran incidencia en el proceso de envejecimiento. Entre los muchos trastornos orgánicos que los investigadores han podido relacionar con el exceso de iones positivos (+) se destacan los dolores corporales, las jaquecas acompañadas de náuseas, las contracciones nerviosas de los ojos con irritación de los mismos, la fatiga desmesurada, los desvanecimientos, las dificultades respiratorias, las alergias y asmas, los problemas cardíacos y circulatorios, la baja presión sanguínea, la pérdida de reflejos, la mayor sensibilidad al dolor, las inflamaciones, las hemorragias, las embolias pulmonares, las trombosis, y la hipersecreción de serotonina (hormona del estrés), entre otros, con todas las consecuencias y problemas que de ellos se derivan.

Los iones influyen notablemente en nuestros procesos biológicos y psíquicos. La ionización del aire es fundamental en la creación y mantenimiento de la vida en la Tierra. El desequilibrio iónico del aire hacia un exceso de iones positivos es perjudicial para las plantas los animales y el ser humano. Todas las personas, en mayor o menor grado, nos sentimos afectados por el desequilibrio que nos provoca afecciones tales como dolor de cabeza, tendencia a la depresión, irritabilidad, insomnio y otros malestares. El perjudicial exceso de iones positivos se da normalmente en las ciudades, a causa de la contaminación atmosférica que destruye los iones negativos.

Como estrategia de vida sana debemos permanentemente movernos entre el ambiente de la ciudad y el ambiente del campo. Una programación en familia es una verdadera estrategia para frenar el proceso de envejecimiento al cual estamos sometidos inexorablemente.

ORIGEN DEL PENSAMIENTO


Para comprender el origen del proceso del pensamiento es necesario partir del concepto del binomio hombre-tierra. Primero fue el hombre como producto de la manifestación del impacto que le producía su medio ambiente o entorno. La expresión de los impactos lo llevó a desarrollar lenguajes y símbolos que le permitieran comunicar sus experiencias con la tierra misma.

Las vivencias del binomio hombre-tierra representaron el fundamento a la primera forma de conocimiento, el sensorial. El hombre primitivo trató de explicarse los fenómenos naturales a través de sus sentidos. Por medio de la observación de los hechos sacó conclusiones que le fueron valederas para su época.

Hubo un día en que la materia tomó conciencia de sí misma y fue en ese en donde el hombre empezó a relacionar los fenómenos de su mundo alrededor. La magnitud de su universo circundante le produjo asombro y admiración. Sintió el deseo de dedicar su capacidad incipiente en conocer todo su entorno y desarrolló estrategias de conocimiento como los enunciados.

El hombre empezó a pensar y a relacionar por obra del asombro o admiración que las cosas a su alrededor le producían. Por medio de expresiones fantásticas plasmó su realidad. En su forma primitiva dio rienda suelta a su sentimiento y a su instinto. Todavía no tenía el rasgo de razón en forma fehaciente.

Aparece el mito como una forma de explicarse aquella realidad del binomio hombre-tierra y de ésta con la realidad universal. La mitología está conformada por el conjunto de relatos o vivencias fabulosas, conjugadas con expresiones fantásticas, que direccionaron al hombre en su estado inicial de cabeza pensante.

La fragilidad del hombre frente a los impactos de su entorno le produjo una mentalidad pesimista y temerosa. Fue así como se dedicó a fabricar instancias superiores en diferentes niveles jerárquicos y les atribuyó poderes y voluntad. Aparecieron los dioses personificados, representando fuerzas físicas y con capacidad de gobernar y ejercer autoridad. Estos dioses imponen temor y exigen tributo. Pero también premian a los que le son fieles.

El hombre en su ascenso a la fase racional decidió someter su sobrevivencia a sus propias capacidades. Así empezó la construcción de su gran civilización humana. Una magna obra plagada de aciertos y desaciertos. Hoy al comienzo del nuevo siglo, deberá hacer una reflexión que le permita edificar una sociedad más justa, fundamentada en la solidaridad y el respeto a las personas y en el reconocimiento de la diferencia.

Es el reto que todos tenemos. Trabajemos de la mano hacia él.

16 de noviembre de 2011

LA GENERACION DE LA INTERACTIVIDAD


No hace mucho tiempo el mundo era un lugar más predecible de lo que es hoy en día. Todavía se podía aspirar a que una organización fuese más competitiva sobre la base de una división horizontal del trabajo y vertical de las decisiones.

En la época actual las organizaciones tienden a ser organizaciones de conocimiento. La idea de la organización capaz de aprender nos exige abandonar los viejos paradigmas de liderazgo y estructurar aquellos que tengan que ver con “aprender a aprender en conjunto”.

El desarrollo científico y tecnológico de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI está caracterizado por la aparición de una generación llamada de la posmodernidad que comparte un entorno interactivo. Utiliza la tecnología de punta para comunicarse, entre aquella se puede mencionar el fax, el correo electrónico, el chat, los vídeo juegos, etc. En otras palabras, comparte el mundo a través de las relaciones con la máquina.

Alvin Toffler en su obra la Tercera Ola se refiere a las tres fases que han caracterizado el desarrollo del hombre en su proceso histórico. La primera, la agrícola permitió al hombre el inicio de su gran civilización. La segunda, la industrial permitió al hombre el desarrollo masivo de bienes y servicios. La tercera, etapa que apenas comienza, la tecnetrónica, que ha de permitir al hombre moverse en el universo a través de un entorno digital, de un entorno virtual en donde la máquina es su centro de acción.

Hoy, al comienzo de la nueva era, la de la Tecnetrónica hace aparición, a partir de los años 80, una generación que construye su propio entorno a través de los instrumentos que le proporciona el desarrollo tecnológico derivado de la investigación aplicada. Aparece un nuevo tipo de organización, la inteligente, fundamentada en el trabajo en equipo, en sus jóvenes integrantes que funcionan maravillosamente, se profesan confianza, complementan mutuamente sus virtudes y producen resultados extraordinarios.

Esta generación ha tomado las riendas del mundo y los defensores de la metodología de la fase industrial se niegan a aceptarlo. Esta generación ha sido llamada: la generación de la cultura interactiva o Generación Net porque se comunica a través de los computadores, por medio de las vídeo conferencias, chats, correo electrónico, vídeo juegos, entre otros. Está surgiendo una nueva generación que cambiará al mundo como nunca antes.

La Generación de la Cultura Interactiva ha crecido rodeada de medios digitales. Los hogares, las escuelas, las fábricas y las oficinas tienen todos computadores, y son corrientes tecnologías digitales como cámaras, videojuegos, blogs, repositorios, wikies. Estos nuevos medios tienden a conectarse cada vez más entre sí a través de Internet, una red de redes en proceso de expansión. Hoy en día los jóvenes están tan inmersos en el mundo de los bits que piensan que todo forma parte del paisaje natural.

Por primera vez en la historia, saben más que sus padres sobre una innovación esencial para la sociedad, y se sienten más a gusto con ella que sus progenitores. Y justamente mediante el uso de los medios digitales, La Generación de la Cultura interactiva, desarrollará e impondrá su cultura al resto de la sociedad. Estos jóvenes son una fuerza de transformación social ya que están aprendiendo, jugando, comunicándose, trabajando y creando comunidades de modos muy distintos de los que utilizaron sus padres. Queda el problema de cómo  integrar sus percepciones.

Las madres y los padres se aterran ante el desafío que implica criar jóvenes seguros de sí, conocedores del mundo digital y conectado con él, que saben más sobre tecnología que ellos. Pocos padres saben con exactitud qué hacen sus hijos en el ciberespacio. En las escuelas, los funcionarios están tratando de afrontar el hecho de tener estudiantes que muchas veces saben más sobre cibertemas y sobre nuevos métodos de aprendizaje que sus maestros.

13 de noviembre de 2011

ERRADICANDO UN VIRUS LLAMADO DOGMA

Los seres humanos tienden a asociarse, tanto personal como ideológicamente. Se inculcan ideas y tradiciones en las nuevas generaciones, creando con el tiempo la sensación de una certeza, vaga y difusa, que no debe ser cuestionada. Ha nacido el dogma.
Investigaciones recientes permiten abordar la religión como un fenómeno socio-cultural con un importante papel en el desarrollo de la especie humana. A grandes rasgos, se defiende la tesis que la creencia en un ser sobrenatural conlleva ventajas evolutivas en términos de supervivencia. Fascinarse por las causas de los fenómenos tiene valor en tales términos, pues saber, por ejemplo, por qué una roca se despeña por la ladera de una montaña, casi aplastando su caravana de bueyes, brindaría a nuestros ancestros la posibilidad de eludir el peligro la próxima vez.

Existe una explicación en términos evolutivos para la creencia en seres sobrenaturales, esto es, la fe. Más aún, también disponemos de una descripción antropológica para la difusión de tal fe, es decir, el conocido fenómeno de la religión. Resulta que "una pequeña proporción de creencias mínimamente antiintuitivas confiere al relato una ventaja mnemotécnica sobre relatos con ninguna creencia de esta índole o con demasiadas"

Pues bien, permítanme que afirme lo siguiente: defiendo la tesis, basada en consideraciones del tipo esgrimidas, según la cual la pertenencia a un determinado código de conducta, una moral o ética, favorece la supervivencia. Muy sencillo: la elaboración de una norma consensuada fomenta la cohesión del grupo, que se desintegraría si cada individuo obrase de manera egoísta. Más aún, las personas exhiben propensión a confiar en personas relevantes para ellas. Así, por ejemplo, los bebés confían ciegamente en la bondad de sus padres a la hora de realizar cualquier acción. Otra muestra más de supervivencia: si los bebés obraran de manera descuidada sin control paterno alguno, la vida de dichos bebés estaría en peligro con demasiada frecuencia. Siguiendo con el razonamiento, si esta confianza en una especie de 'líder' o 'guía' se aplica a la humanidad en su conjunto, no es de extrañar que la historia de las civilizaciones esté plagada de seres sobrenaturales cuya 'misión' es velar por nuestra seguridad (y cuando tal seguridad queda en entredicho, se atribuye a un 'castigo' por falta de respeto hacia el ser sobrenatural de turno).

No se engañen. Circula desde los albores de la Humanidad el credo que la 'moral' es de naturaleza divina. "Si no hay nada [por encima de las personas] que ejerza de juez de las acciones humanas, cada cual hace lo que quiere y la vida es un caos", oigo asiduamente. Esta postura es descaradamente simplista, peligrosamente conformista y, me atrevería a añadir, con todos los respetos, sencillamente cobarde.

No me malinterpreten. Critico la creencia que el ser humano es incapaz de construir su propio propósito en la vida, de dar un sentido a su existencia, sin ayuda sobrenatural. Si alguien se siente aliviado creyendo que las dificultades, que las hay, de la vida se compensarán en una supuesta vida eterna, que obre libremente. Huelga decir que no comparto esta visión, pero al menos hallo cierto sentido en ella (reconforta la esperanza en una vida mejor, si bien nunca recomendaría falsas esperanzas). Muy diferente, y es éste el problema, es adoptar una posición sumisa en la cual el comportamiento humano se subordina a reglas sobrenaturales, con el temor de una represalia en caso de violarlas.

No. Esto último no puedo, ni debo, tolerarlo. La moral es genuinamente humana. Las reglas que construimos en nuestras sociedades sirven, bien empleadas, para mantener la cohesión de la comunidad. Depende de nosotros conseguir y labrar un mundo mejor. Cierto es que he de respetar a las personas con posturas diferentes a la mía, lo que no implica, de ninguna manera, que no critique abierta y enérgicamente el error a toda referencia a lo sobrenatural como guía de las personas.

"¿Qué tienen, pues, de malo las escuelas de fe?", preguntaba. Sencillamente la idea de indoctrinar a sus alumnos con creencias obsoletas, anacrónicas y carentes de toda actitud crítica. Eduquen a sus hijos y alumnos con valores que permitan la convivencia pacífica, pero no caigan en el error de imponer sus creencias, mucho menos aún de aplicar tales creencias en ámbitos que ya no les corresponden. Si estos alumnos descubrieren por ellos mismos la fe, cualquiera su tipo, respetados serán, pero en tal caso la hubieren hecho propia, no simplemente heredado.
Pedro Naranjo Pérez. http://www.redcientifica.com/erradicando_un_virus_llamado_dogma.php