SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

30 de julio de 2011

TENGO QUE DECIR

El paso de los años, el paso del tiempo, el paso permanente del pasado al presente, y del presente al futuro nos agobia. Somos criaturas eminentemente susceptibles al concepto del tiempo. Vagamos, porque sí, en el espacio y en el tiempo.

En el trascender de la existencia somos seres vulnerables y débiles ante el universo que nos rodea. Somos el producto de racionalismos y de sentimientos. Pertenecemos al mundo conciente que nos permite contar los años y descubrir que tenemos menos tiempo para vivir.

Vivimos el mundo de las mediocridades, de los manejos acomodados y en eso nos gastamos la vida. Pero cada vez, tenemos menos tiempo para lidiar con las mediocridades. El espíritu actual de las reuniones para resolver todo, desfigura nuestro ego y nuestras potencialidades de construcción de un orden social.

En todo momento aparecen fuerzas extrañas, internas o externas, que distorsionan la realidad. Los que practican la envidia, tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.

Debemos aceptar las situaciones que nos dejan una lección a partir del manejo de la verdad. Cada momento nos recorta la posibilidad de superación y con esto quedamos bien con los demás. A veces somos débiles para soportar los melindres de personas que, a pesar de su edad, son unos inmaduros. Por eso es importante vivir al lado de gente humana, muy humana; que sepa reír de sus errores, que no se envanezca con sus triunfos, que no se considere electa antes de ahora, que no huya de sus responsabilidades.

He aquí el reto de nuestra existencia: Caminar junto a cosas y personas de verdad, disfrutar de un afecto absolutamente sin fraudes. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Tenemos el compromiso de rodearnos de gente que sepa tocar el corazón de las personas. Que canten, bailen, rían y se aventuren más.

Debemos sentir que la vida nos pertenece y que aun disfrutamos de ella. Un día ya no estaremos y antes de esta realidad tenemos el compromiso de enrutar a las generaciones que nos suceden por el sendero de la comprensión y del aporte de soluciones a las sociedades futuras.

El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar. Nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de sentir a nuestros semejantes, de vibrar con ellos, como forma de una mejor calidad de vida, de aprovechar cada latido de nuestro corazón.

Tomo un momento de la existencia para hacer una reflexión. La vida hay que vivirla plenamente y aprovechar de la naturaleza las ventajas que nos da, porque sin saberlo ésta también puede ocultar nuestra conciencia del universo. Hoy es un día y cada día lleva su afán. Trascendamos en el afán de cada día con plenitud y confianza.

21 de julio de 2011

DEMOCRACIA: PRINCIPIOS RECTORES

El término "democracia", se refiere al "demos-kratos" (demos = pueblo, kratos = gobierno). La democracia floreció en la Antigua Grecia, específicamente en la Atenas del siglo V a. C. (el siglo de Pericles). Por ello se le denomina frecuentemente como democracia ateniense. Tuvo una vida relativamente prolongada en comparación con las democracias liberales actuales, pues puede hablarse de período democrático en Atenas desde las reformas de Clístenes alrededor de 510 a. C. hasta la supresión de las instituciones democráticas a causa de la hegemonía macedonia en 322 a. C. También hay que citar como antecedente al sistema timocrático establecido en Atenas por la Constitución de Solón en el año 594 a. C. (5)

PARA CONSTRUIR ENTRE TODOS UN ORDEN SOCIAL DONDE TODOS PODAMOS SER FELICES (1)

Bernardo Toro A. (2) en su trabajo publicado en Caja de Herramientas # 141 establece conceptos sobre la Democracia. Bogotá. julio de 2011

Un(a) líder social y comunitario(a) que tiene como propósito contribuir a la construcción del Estado Social de Derecho (el proyecto de nación), requiere poseer una comprensión y un discurso sólido, sencillo y estructurado acerca de la democracia.

La democracia no es una ciencia, no es un dogma, no es un partido, no es una política. La Democracia es una forma de ver el mundo; es un modo de ser, una forma de vivir y de estar en el mundo. En una palabra, la Democracia es una Cosmovisión.

Toda cosmovisión es una forma de ordenar el mundo. Cuando una cosmovisión es compartida por muchos, es una cosmovisión social y produce cohesión. Por ejemplo, el cristianismo es una cosmovisión que propone aceptar que el mundo es creado por un ser superior y que el otro es mi hermano. El islamismo, el capitalismo, el marxismo… son otras cosmovisiones. Y esas cosmovisiones penetran e influyen toda la vida, el pensamiento, las relaciones privadas y públicas.

La democracia no es natural al ser humano. Es un invento que ocurrió hace 2.500 años, en la Grecia antigua. Y como toda creación humana puede prosperar, perecer y volver a aparecer. Los griegos crearon las ideas democráticas, occidente las heredó y con el correr de los tiempos estos ideales fueron asumidos por otras culturas (3).

“La democracia no sólo es una verdad en construcción. Es ante todo un “ethos”, un modo de ser, también en construcción, con base en vivencias valorativas. No se puede pensar en ser demócrata cuando no se ha experimentado el valor de la solidaridad, del altruismo, de la responsabilidad social, del espíritu cívico, del respeto por los bienes comunes y, ante todo, el respeto por la persona humana” (4).

Por ser una construcción continua, la democracia es como el amor: no se puede comprar, no se puede decretar… sólo se puede vivir y construir. Nadie le puede dar la democracia a una sociedad. La democracia es una decisión que toma la sociedad. Y esa fue la decisión que tomamos en la Constitución de 1991: construir el Estado Social de Derecho.

Por ser la democracia una cosmovisión, lo penetra todo. Las ideas democráticas conducen a preguntarnos acerca de cómo construir matrimonios democráticos y relaciones de pareja democráticas; familias, empresas y sindicatos democráticos; cómo es un partido y un Estado democrático.

Por ser la democracia una cosmovisión no se construye sobre leyes, sino sobre principios de orden ético, que nos orientan en la construcción del proyecto democrático:

•El principio de Secularidad
•El principio de Autofundación
•El principio de Incertidumbre
•El principio Ético
•El principio de la Complejidad
•El principio de Lo Público

Por ser la democracia una construcción, el contenido de estos principios se ha ido elaborando a través del tiempo. Unos surgieron en Grecia y otros, como el principio ético y el de lo público, son más recientes.

PRINCIPIO DE SECULARIDAD

Todo orden social es construido. El orden social no es natural, por eso son posibles las transformaciones en la sociedad.

La democracia es un invento del ser humano. El ser humano se inventó la sociedad, por consiguiente ningún orden social es de origen divino o externo a la voluntad de las personas que lo asumen.
Todo orden social es construido; por lo tanto, todo orden social puede ser transformado por la misma voluntad de quienes lo construyeron. La democracia es una opción de sociedad que expresa una forma de ver, interpretar y ordenar el mundo en función del respeto por los Derechos Humanos.

Una sociedad Democrática:

•Acepta que su orden social es construido entre todos.
•Percibe a sus ciudadanos como fuente y como creadores de ese orden.
•Tiene conciencia de que los ciudadanos pueden modificar el orden social.
•Convierte los problemas en oportunidades, a través del debate y la deliberación pública entre los ciudadanos.

PRINCIPIO DE AUTOFUNDACION

La democracia es un orden que se caracteriza porque las Leyes y las normas son construidas o transformadas por las mismas personas que las van a vivir, cumplir y proteger.

La democracia es una decisión de la sociedad. La principal característica de la democracia es que, en ella, las Leyes y las normas son construidas o transformadas precisamente por las mismas personas que las van a vivir, cumplir y proteger.

Esto significa que la democracia es el espacio por excelencia de la libertad, puesto que ésta sólo es posible cuando resulta del mutuo acuerdo de cumplir y respetar aquello que fue producto de una decisión libre, es decir, de un acuerdo fundado colectivamente. Una sociedad empieza a ser libre y autónoma cuando ella misma es responsable de haberse dado el orden social y político que quiere vivir, cumplir y proteger para la dignidad de todos.

La democracia es un orden autofundado: son las mismas personas que conforman la sociedad quienes deciden el orden que aceptan para vivir y quienes lo transforman cuando lo consideran conveniente. Por eso la democracia requiere de la participación de todos los miembros de la sociedad.

Este principio es la base de la gobernabilidad, la ética, la creatividad, la autonomía, la libertad, la participación y la representatividad. La convivencia democrática empieza cuando la sociedad aprende a autofundar su orden social.

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

No existe un modelo ideal de democracia que podamos copiar o imitar: a cada sociedad le toca crear su propio orden democrático. La democracia es una construcción cotidiana. Como forma de ver, interpretar y ordenar el mundo, la democracia es una cosmovisión. Las cosmovisiones tienen la particularidad de que conservándolo todo, lo ordenan todo de otra manera.

Nadie, externo a ella, puede darle a ninguna sociedad su cosmovisión democrática, pues ésta es una decisión que toma la sociedad. Esta es una decisión que lo afecta todo, lo pregunta todo:

¿Cómo son las instituciones democráticas?
¿Cómo son las empresas democráticas?
¿Cómo son las organizaciones democráticas, los partidos democráticos, las familias democráticas?

La construcción de la democracia necesariamente afecta a toda la sociedad. Es posible aprender de la experiencia de otras sociedades, pero a cada sociedad le corresponde construir su propio orden democrático a partir de su historia, de su conocimiento, de su tradición y de su memoria; a partir de lo que es, de lo que tiene y de la manera como es capaz de proyectarse.

Puesto que nadie sabe cómo es el orden social perfecto, ni la familia perfecta, ni la institucionalidad perfecta, es necesario trabajar todos los días en su construcción: en esto consiste el principio de incertidumbre.

PRINCIPIO ETICO

Aunque no existe un modelo ideal de democracia, todo orden democrático está orientado a hacer posibles los Derechos Humanos y a cuidar y proteger la vida.

La democracia es el proyecto de la dignidad humana. El Proyecto de Humanidad contenido en la promulgación de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” el 10 de diciembre de 1948, constituye el norte ético del Proyecto Democrático. Un orden social se autofunda democrático si contribuye a hacer posibles, para todos, los derechos humanos y la vida, es decir, si se compromete con la Dignidad Humana.

Esto significa que el respeto por los Derechos Humanos no debe entenderse como norma sino como una manera de vivir y una forma de ser; como criterios que conducen a elegir siempre lo que le conviene a la vida digna de todos.

El principio ético propone una pregunta básica:

¿Cómo pueden los Derechos Humanos convertirse en principio ordenador de las relaciones sociales, de la política, de la economía, de la cultura, en pocas palabras, en principio ordenador de la vida social? El reto es radical: sólo es posible construir la democracia en una sociedad que se construya a sí misma sobre la lógica de los Derechos Humanos.

PRINCIPIO DE LA COMPLEJIDAD

El conflicto, la diversidad y la diferencia son constitutivos de la convivencia democrática. La democracia es incluyente de todos los intereses.

Para la democracia, la paz no es la ausencia de conflictos; la paz es el resultado de una sociedad que es capaz de aceptar reglas para dirimir el conflicto sin eliminar al otro (ni física, ni sociológica, ni psicológicamente), porque en la democracia no existen los enemigos, existen los opositores: personas que piensan distinto, quieren distinto, tienen intereses distintos que pueden colisionar con los míos, pero con las cuales puedo concertar futuros comunes.

Uno de los instrumentos más poderosos que tiene la democracia para hacer del conflicto una oportunidad positiva es la deliberación. La deliberación se convierte en un valor social, cuando, frente a un conflicto:

•Las diferentes personas son capaces de poner en juego sus intereses.
•Pueden expresarlos, sustentarlos y defenderlos con serenidad y transparencia.
•Buscan convencer a otros de la pertinencia de sus intereses, pero están dispuestos a dejarse convencer por la prioridad de otros intereses.
•Aprenden a ceder y a recibir cesiones.
•Y, entre todos, a partir de las diferencias, son capaces de construir bienes colectivos.

La deliberación social es el instrumento de la democracia para construir los consensos sociales que son la base de la paz.

PRINCIPIO DE LO PUBLICO

Lo público es aquello que conviene a todos, de la misma manera, para la dignidad de todos. La calle es pública y el parque es público, porque siempre están allí, para que todos transiten y se diviertan, sin exclusiones por razón de clase, edad, sexo, partido o religión. El acueducto es público si el agua que llega a la casa más pobre de la ciudad es de igual calidad a la que llega a una casa de una familia rica.

La educación será un bien público si los hijos de los pobres reciben una educación de igual calidad a la que reciben los hijos de los ricos. Si un sistema educativo es de calidad homogénea para todos los niños, entonces los niños ricos y pobres estarán igualmente cuidados. Lo mismo puede decirse si la salud, la vivienda, la información, el transporte… son bienes públicos. La equidad (la forma política del cuidado) de una sociedad está relacionada con la cantidad y calidad de bienes públicos que esa sociedad posea.

Todos los bienes o servicios destinados a la satisfacción de las necesidades comunes e indispensables, que hacen posible la vida digna de todos, son los bienes públicos o bienes colectivos por excelencia: la justicia, la vigilancia de las calles, los servicios domiciliarios (agua, luz, alcantarillado), la educación básica, la salud preventiva, la vivienda mínima, las telecomunicaciones, etc.

Cuando los bienes o servicios públicos se construyen en función de intereses particulares (de grupos o sectores sociales) y las decisiones sobre el acceso o el uso del bien o servicio están determinadas por motivos distintos del bien común, ese bien público es excluyente o inequitativo. Es lo que se entiende como corporativizar lo público: apropiarse, para beneficio privado, de un bien que debe existir para todos, de la misma manera.

La corrupción es la apropiación privada de lo público.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

1.Texto basado en artículos, documentos y conferencias del autor.
2.Filósofo de la Universidad San Buenaventura. Fue Presidente de la Corporación Viva la Ciudadanía, durante la Constituyente de la Constitución Política de Colombia. Desde Agosto de 2005 es Asesor Estratégico de la Fundación Avina.
3.Herrera, Daniel. La Democracia: una verdad y un valor éticos en construcción. En Soberanía Popular y Democracia en Colombia. Ediciones Foro Nacional por Colombia y Viva la Ciudadanía. Bogotá. 1992. p. 14.
4.Ibídem.
5.http://es.wikipedia.org/wiki/Democracia_ateniense

8 de julio de 2011

LA ETERNIDAD

En algún momento de la existencia leí que la vida es un parpadeo entre dos eternidades y esto me causo un impacto. Antes de nacer y después de morir. Cuando veo pasar el tiempo de los humanos siento que cada vez estamos más cerca de la otra frontera de la eternidad.

El hombre con el trascender del tiempo se aproxima cada vez más a dar ese gran salto. La vida es el camino que une la frontera entre lo que antes no era y lo que después ya no es. Es el camino entre tener conciencia del universo y el perder esa conciencia. Si no existiese la vida inteligente el universo no existiese. Basta una conciencia humana para que el universo exista. Será esto la aproximación al concepto de eternidad?

Somos seres vivos y concientes y hemos sido construidos para vivir unos 70 años. Este es el reto que nos da la vida para entender el universo y para entender su eternidad. Luego nos sumiremos en algo desconocido, pero que se intuye. Vamos inexorablemente hacia el fin del universo. Somos criaturas eternas con un momento de vida para disfrutar.

Después, ya no seremos, haremos parte de la nada y haremos parte del todo en el universo.

Existen dos concepciones para adentrarse en la comprensión de la eternidad, la que se fundamenta en la luz de la fe y la que se interpreta a la luz de la razón. Para esta última la eternidad es un espacio que no tiene principio ni tiene fin, es una perpetuidad y dentro de este se mueve el hombre bajo sus dos formas materia y espíritu.

La física moderna, de tendencia más bien eternalista, describe el comienzo físico del universo como una gran explosión, o Big Bang. La NASA ha sido capaz de verificar la época del origen del universo a partir de la reciente detección de la radiación de fondo emanada por el Big Bang. El tiempo, el espacio y la materia surgieron hace alrededor de 13 mil millones de años.

El concepto de eternidad (del latín aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere popularmente, unas veces a una duración infinita y sin límites, y otras designa una existencia sin tiempo o fuera del tiempo. Es el trabajo de la ciencia en su objetividad, racionalidad y sistematicidad.

En ciertas religiones, la eternidad es la vida del alma después de la muerte. Primero fueron las religiones, después la ciencia. La búsqueda de la inmortalidad o del elixir de la eterna juventud existe desde que la humanidad es consciente de que es mortal. Las culturas primitivas consideraban que la sangre de los animales transmitía energía vital y por eso se la bebían. Los egipcios desarrollaron buena parte de su cultura en la creencia de que el faraón era un ser inmortal, de ahí la importancia que daban a la construcción de las pirámides y a todo el proceso de momificación.

Isaac Asimov trata el tema de eternidad, en su obra: El Fin de la Eternidad, novela de ciencia ficción. Trata el tema de una sociedad capaz de viajar a través del tiempo. La historia se desarrolla en un insólito mundo de hombres viajeros del tiempo llamados Eternos, organizados en extrañas jerarquías y rangos, que se reclutan entre las diferentes épocas de la historia humana a partir del siglo XXVII.

La Eternidad es un lugar y una organización que existe más allá del tiempo. Está compuesta de humanos que son reclutados de diferentes momentos de la historia de la humanidad, desde el siglo XXVII. Los Eternos tienen la capacidad de, por medios tecnológicos, entrar y salir en casi cualquier punto de la corriente temporal y viajar por ella, alterándola.

Los ensayos que se han hecho sobre la eternidad siempre nos dejan en esa incapacidad de comprender que hay más allá del universo y que sigue después de haber caminado entre las dos fronteras enunciadas.

El hombre es eterno por su pensamiento, porque es capaz de observar, verificar y comprobar. El hombre es inmortal durante su vida misma, pero un día el universo le reclama toda su energía y se la lleva para si. Que bella eternidad.

EL ECO DE LA VIDA

La vida es un presente que se extingue en el tiempo. Todos llevamos algo de afán para vivirla y comprenderla, y esto es el reflejo de la forma como la hemos conducido. Así como el eco nos devuelve las palabras que lanzamos, la vida nos devuelve lo que hemos sembrado en ella, lo bueno o lo malo.

Cuando hablamos cosas que hieren al humano estamos generando situaciones que se devuelven en algún momento de la existencia. El eco es la repetición de un sonido al chocar sus ondas sonoras contra una superficie sólida y regresar al lugar de la emisión con la fuerza y la tardanza suficientes para que se perciba como un sonido distinto del original, como sucede a veces en ciertas montañas, valles o plazas. Lo mismo ocurre con el acto humano. El ruido producido por el daño se expande socialmente y esto produce desacierto y desconfianza.

Por eso creo que la tardanza, en la acción solidaria hacia los demás, se refleja en una forma contraria que menoscaba a la vida misma y a la sociedad en la que militamos. La vida nos devuelve todo lo que decimos o hacemos. Por eso, nuestra vida es el reflejo de nuestro actuar.

Ante un mundo convulsionado se requiere poner más amor y dedicación para con los humanos. La violencia se ataca con sobredosis de amor y este debe ser sembrado en todos los rincones del mundo como estrategia de convivencia. Si deseamos felicidad habremos de darla a todos para que la vida nos la devuelva como el eco.

Cuando construyo bienestar y calidad de vida habré de encontrar algo que viene de rebote. La felicidad la devuelve la vida cuando damos más de lo que recibimos. Pero cuando busco la de los demás, haciendo el bien, la encuentro como el eco, de rebote, recojo lo que siembro.

Estaré alegre cuando busco la alegría de los que me rodean. Si quiero una sonrisa en mi alma, he de sonreír a quienes tengo a mi lado, cada día. La vida me devolverá lo que he dado, como el eco. Esto se aplica a todo en la vida: a la belleza, la verdad y la bondad. Por mucho que vayamos por el mundo buscando la belleza, no la encontraremos nunca si no la llevamos con nosotros.

En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor.
Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae. El eco de la vida es el bumerán que nos devuelve lo que sembramos durante ella, es el proceso de cosechar actos de inteligencia y de gratificación o de amarguras y sinsabores.

La vida nos da de regreso exactamente lo que le hemos dado. Nos devuelve todo lo que decimos y hacemos. Si no nos gusta lo que recibimos de regreso, debemos revisar bien lo que estamos dando.

ACERRIMO EN EL CHISME

Cuando el hombre necesitó comunicar sus experiencias cotidianas, gracias a su desarrollo biológico, psíquico y social, creó su propio lenguaje y escritura. A partir de allí dio comienzo a su ascenso hacia la escala superior, desde el punto de vista de las otras especies vivas.

Los impactos producidos por su entorno o medio ambiente se fueron plasmando a través de expresiones fantásticas que se construyen alrededor del mito. El hombre mítico fundamentó su sentimiento en la poesía. La explicación de los fenómenos naturales fue esculpida en concepciones nacidas del instinto y del conocimiento sensorial.

En su forma inicial el ser humano buscó entender su mundo y su universo por medio de lo que le entregaban sus sentidos. En una etapa superior desarrolló el conocimiento filosófico y en la actual hace su soporte en el conocimiento científico.

Las vivencias sucedáneas las registra por medio de expresiones que producen avance social o por medio de otros que suscitan vacío existencial. En cada momento se vuelve vehemente en registrar sus sensaciones. Se convierte en un ser acérrimo, muy firme y entusiasta, intransigente y extremado.

Las expresiones que suscitan vacío existencial caen en las denominadas: habladurías sin sentido. Aparece el acérrimo del chisme, el que dice cosas insignificantes e inútiles. El que perturba la construcción de métodos y de modelos sociales para una vida mejor, el que produce actos y palabras sin sentido o improductivos.

El lenguaje productivo en sus más diversas expresiones, es una actividad eminentemente social, que se hace presente en la vida cotidiana del hombre. Es un aspecto central de su vida que lo ayuda a diferenciarse del resto de los seres vivos ya que él es el único capaz de producirlo y disfrutarlo. El arte de decir y de escribir cosas, en beneficio del hombre, ocupa un lugar destacado para todos, es parte de la experiencia pública, ya que a través de él se manifiesta la propia cultura.

Es sabido que el hombre posee distintos niveles de actividad, algunas de ellas están referidas a lo utilitario, otras a lo científico y otras a lo artístico. La actividad utilitaria responde en primera instancia a una necesidad de subsistencia y producción para la subsistencia. La actividad científica apunta a satisfacer una necesidad de conocimiento estricto y riguroso que debe fundamentarse y demostrarse. La actividad artística, múltiple e integradora, tiene distintas funciones en diversas culturas, épocas históricas y grupos sociales, pero quizás la más importante sea la de lograr comunión, producir armonía en la personalidad, dar placer, reflejar la vida y la realidad, reflejar conflictos internos o sociales, estructurar la moral y desarrollar la capacidad creadora, base de todo nuevo descubrimiento científico que ayuda a satisfacer y mejorar la subsistencia.

En el hombre deberá prevalecer el espíritu integrador, defensor de ideales y formas de vida racionales, fundamentadas en la sobriedad y el decoro. Se debe ser acérrimo en la determinación de modelos que produzcan más bienestar y estados de paz. El hombre que desarrolla su vida sobre la concepción de la suspicacia en el hablar y en el actuar no es el hombre para nuestra época. Démosle una lección para que nos acompañe en el otro proceso cual es el de la construcción de estrategias para que el acto humano sea eminentemente racional y humanizante, alejado de las futilerías y de las cosas inútiles fundamentadas en el chisme o en el vicio de hablar paja. El acérrimo del chisme no debe hacer parte de la sociedad actual. Estamos de acuerdo?.

ESENCIA DEL HOMBRE

En todo momento de la existencia del hombre se plasman experiencias que determinan su trascendencia hacia estados superiores. La condición de ser racional le permite moverse entre alternativas de beneficio y alternativas de daño.

Todo individuo progresa con cada día que pasa y esto se refleja en la sociedad en que se desenvuelve. Cada vez, en la dinámica humana se pasa de situaciones inferiores de bienestar a condiciones superiores. Por medio del conocimiento ha logrado crear estructuras para el mejoramiento de la condición humana, pero se ha olvidado de hacer partícipes a sus semejantes. Cuando aplica conocimiento a la solución de sus problemas le es más fácil su supervivencia, por eso hay que aprender a aprender.

La esencia del hombre como ser racional consiste en que desarrolle su potencial construyendo, a partir de la experiencia acumulada por las generaciones pasadas. Quiere decir esto que el conocimiento es transferible y por ende la solución de problemas también.

Una persona va formando su esencia a lo largo de su experiencia en la vida, modificando y corrigiendo aquellos factores que por su experiencia son incorrectos. Por ejemplo, si todas las personas estuviésemos regidas solo por el medio que nos envuelve seriamos todos iguales ya que el medio es igual para todos, es decir, que todos los que vivan dentro de una zona determinada estarán influidos de la misma manera y se comportarán todos de la misma forma.

Muchos errores se cometen por ignorancia de la historia y esa ignorancia sirve también de arma tanto defensiva como ofensiva de quienes no están interesados en el conocimiento de la verdad sino en la confusión entre verdad y error, entre el bien y el mal.

La esencia del hombre esta constituida como lo absolutamente único e incomparable en su forma de pensar y de actuar, entonces su comprensión de lo humano puede consistir en la aceptación de su responsabilidad social en la construcción de formas más armónicas en la búsqueda de la verdad.

Dentro del concepto de lo humano el hombre es invitado a tener el valor de aceptar su existencia desde el punto de vista de su recto uso de decisión y la idea que tiene de sí mismo.

Hoy el hombre posee mejores experiencias y conocimientos para enfrentar las condiciones más adversas de le existencia. A través de la historia del hombre siempre ha manifestado un afán y un deseo permanente de saber. Por eso el saber es universal e irresistible para el hombre. De ahí que las aplicaciones prácticas del conocimiento ayuden a mejorar el estado de bienestar y de calidad de vida de las generaciones actuales.

En el mundo contemporáneo ha salido a luz una serie de avances del conocimiento, plasmados en el desarrollo tecnológico, que influirá en la forma en que vivirán los humanos durante las próximas generaciones. Esto hace que cada uno de nosotros tengamos la responsabilidad de aportar concientemente a la causa de la humanidad: la búsqueda de la verdad.