SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

24 de febrero de 2012

LA MORAL EN LA VIDA DEL HOMBRE


La moral no es una jaula ni una prisión que quita la libertad. El conjunto de reglas, prohibiciones y mandatos que propone, sirve por el contrario para custodiar la libertad, para que el hombre pueda alcanzar, como individuo y como comunidad, su plena realización. Como las reglas de la salud tienen como fin el garantizar nuestro bienestar físico, así las normas morales son las condiciones necesarias para conducir a la persona al pleno desarrollo de sus capacidades de conocimiento y de amor.
Tomemos como ejemplo las reglas establecidas por la justicia. Si se respetan, se sirve en una sociedad ordenada y pacífica. Si, por el contrario, no son respetadas se dan gravísimos abusos, como robos, homicidios, discordias, engaños, egoísmos de todo tipo, etc.
Otro ejemplo significativo lo ofrecen las normas para conservar el medio ambiente. Si son respetadas, entonces el medio ambiente ayuda al hombre a vivir feliz. En caso contrario pueden derivarse consecuencias tan graves que pongan en peligro la misma existencia humana.
Las reglas, como se ve, no obstaculizan sino que facilitan y favorecen la consecución de los resultados que nosotros deseamos.
1. ¿Qué es la moral?
La moral es el conjunto de las normas que enseñan al hombre cómo debe comportarse para vivir según las buenas costumbres de la sociedad, y así realizarse así mismo y alcanzar la plenitud de la vida del hombre.
2. ¿Es posible resumir en pocas palabras la enseñanza de la moral?
Se puede resumir en pocas palabras la enseñanza de la moral diciendo que la cosa más importante, es más, la única cosa verdaderamente importante es vivir, crecer y perseverar hasta el final haciendo el bien, observado las normas y participando del crecimiento de lo humano del hombre, como centro de la racionalidad.
3. ¿Es difícil practicar la moral?
La moral es exigente y comprometida, porque nos propone un ideal altísimo, el de vivir como seres humanos íntegros, capaces de inculcar los valores familiares, pero somos ayudados en nuestro camino por la probidad en los actos del hombre. La dificultad del empeño es después compensada por aquella gratificación, paz y alegría interior que derivan de la conquista de todo gran ideal.

22 de febrero de 2012

SE CUMPLEN 15 AÑOS DESDE QUE EL MUNDO CONOCIÓ LA CLONACIÓN DE LA OVEJA DOLLY


Fue el primer mamífero clonado y, según su creador, el británico Ian Wilmut, generó una "nueva forma de pensar" en el mundo científico, que celebra estos días el 15 aniversario del anuncio de la clonación de la oveja Dolly, ya fallecida.

La clonación, a partir de una célula adulta, revolucionó a la ciencia y desató, a la vez, un intenso debate moral.

El artífice de Dolly dijo en entrevista con Efe que ese experimento "demostró que las células se pueden modificar" y pueden ser estudiadas para eventualmente llegar a entender "enfermedades que aún no comprendemos" y desarrollar una curación.

"Si bien es una exageración afirmar que podemos cambiarlas de la manera que queramos, sí podemos hacerlo de muchísimas formas que eran completamente inimaginables antes de que naciera Dolly", reflexionó el científico escocés.

Mediante el desarrollo de nuevos procedimientos científicos que han tomado como punto de partida el caso de Dolly, Wilmut consideró que "quizás en un plazo de entre cinco y veinte años podamos obtener los medicamentos que traten enfermedades como el Parkinson o enfermedades neuronales".

De la raza Finn Dorset, la oveja más famosa del mundo nació el 5 de julio de 1996 en el Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia), después de que un grupo de científicos extrajeran de una célula adulta el núcleo con material genético para introducirlo en un óvulo previamente "enucleado" (al que se le ha extraído los cromosomas) de otra oveja.

Mediante ese procedimiento se obtuvo un embrión genéticamente idéntico al adulto, del que se extrajo la célula de partida y que se implantó en el útero de la madre portadora, en cuyo vientre se desarrolló el feto.

La existencia de Dolly no se divulgó, sin embargo, hasta siete meses después, el 23 de febrero de 1997.

Posteriormente, en 1998, la oveja fue cruzada de modo natural con un carnero de montaña galés, quedó preñada y se la mantuvo en cuarentena para evitar un aborto antes de parir una cordera, "Bonnie". Ello demostró que un animal clonado era fértil y podía tener una cría sin problemas.

Wilmut, quien actualmente trabaja en el Centro de Medicina Reproductiva (parte de la Universidad de Edimburgo), subrayó en declaraciones a Efe que su experimento "fue pionero y abrió el camino a que otros expertos desarrollaran procedimientos encaminados a curar enfermedades en humanos".

Más experimentos con animales

El 'padre' de Dolly puso como ejemplo a una empresa estadounidense que llevó a cabo cambios genéticos en ganado para que los animales produjeran anticuerpos humanos, lo que consideró "un enorme logro técnico".

Otro grupo de expertos norteamericanos trabajaron con cerdos, a los que modificaron su error genético de forma que fuera el mismo que el los niños y probar así nuevos tratamientos, "lo que acelera el proceso de obtención de un medicamento efectivo que pueda emplearse en menores por primera vez".

"Hay muchas enfermedades que no comprendemos y una manera de estudiarlas para poder fabricar medicamentos es producir animales que tengan esa misma enfermedad", dijo el científico inglés.

Según un portavoz del Instituto Roslin, el caso de Dolly "proporcionó la evidencia de que el destino de las células no es definitivo: una célula puede ser reprogramada para cambiar su función".

Ese concepto, añadió, "ofrece un enorme potencial para avanzar en nuestra capacidad para superar muchas enfermedades".

Dolly también desató un intenso debate moral acerca de los límites éticos de la ciencia frente a las posibilidades de crear vida por medios artificiales y provocó discusiones acerca de la legitimidad de intentar la clonación de seres humanos o de órganos con fines terapéuticos.

El punto de vista de Wilmut, quien ya entonces se opuso firmemente a esa posibilidad, no ha cambiado.

"No es posible clonar humanos; no hay primates clonados. No entendemos por qué, pero hay algo diferente en el desarrollo inicial de los primates que hace que los actuales procedimientos de clonación no funcionen", explicó.

Dolly murió en 2003, a los seis años. Los científicos decidieron sacrificarla a causa de una infección pulmonar que padecía.

16 de febrero de 2012

LA VIRTUD DE LA AMABILIDAD

Estamos construyendo una sociedad poco grata, donde las relaciones entre las personas son cada día más frías, más ásperas. No hace mucho, los extranjeros que nos visitaban decían que los Colombianos éramos acogedores, simpáticos y amables; tengo dudas de que hoy en día sigan diciendo lo mismo; tengo la impresión de que nos estamos volviendo serios, fríos, secos.

En demasiadas ocasiones las relaciones personales se analizan a partir de un cálculo de costo-beneficio: ¿Qué querrá éste que se acerca a mí? ¿Qué me pedirá? ¿Podré obtener algo a cambio? ¿Me conviene? La actitud de desconfianza se está apoderando de estas relaciones. Cada vez es más común ver a los otros como a extraños, como a competidores, como a individuos que vienen a molestarnos, que nos interrumpen, que nos roban nuestro valioso tiempo; en ocasiones, incluso, percibimos al desconocido como un peligro.

Las prisas nos impiden escuchar a las personas que tenemos a nuestro lado. En la calle, nos sobresaltamos cuando alguien nos pregunta, y cuando presenciamos algún incidente es común acelerar el paso, por si acaso. La inquietud también surge cuando llaman a la puerta de nuestra casa. Cuando entramos en un comercio no es raro sentir la sensación de que molestamos cuando me atienden ma. En el trabajo, entre compañeros, sobra competitividad y falta colaboración. En bastantes circunstancias a los que se llama amigos habría que denominarlos conocidos, ya que sólo están para las ocasiones gratas y cuando vienen los malos momentos huyen en desbandada. Incluso en la familia se están perdiendo las relaciones incondicionales.

Tratamos con mucha gente, hablamos con muchas personas a lo largo del día, pero en la mayor parte de los casos las relaciones son superficiales, la comunicación interpersonal es mínima. A nuestro mundo se le ha llamado la sociedad 'klinex', y sí, también se establecen muchas relaciones con el criterio de usar y tirar. Si mi percepción no es muy equivocada, deberíamos estar preocupados y, por supuesto, tratar de cambiar.

Hace unas semanas escuché a un cura decir algo parecido a lo siguiente: en nuestra sociedad, en occidente, en los países ricos, tenemos de todo, nos sobran recursos materiales, pero nos falta cariño, amabilidad, afecto, comprensión, ternura, caridad. Comparto esta idea y pienso que pocos la discutirán, aunque se sitúen en ideologías diferentes.

Erich Fromm, en 'El arte de amar', dice: 'Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable' Y más adelante: 'Éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy poca a aprender el arte del amor'. Es decir, en la sociedad capitalista el afán por 'tener' está acabando con las relaciones personales, con el encuentro libre, franco y generoso, con la apertura al otro.

Obviamente, no tengo la fórmula para cambiar nuestro mundo, pero cada vez estoy más convencido de que las personas amables contribuyen a este cambio necesario. Con su permiso, me detendré a exponer la idea.

Cada día aprecio más a la gente educada y cortés, pero sobre todo a las personas amables. El educado cumple las normas, y la principal es no molestar y respetar al otro, pero la persona amable va más lejos, pretende ayudar, es solidaria, muestra empatía.

Si se busca el significado de amable, en el María Moliner encontramos: «Se aplica a lo que merece o inspira amor». Y también: «Tal que, en el trato con otras personas o con una determinada o en cierta ocasión, muestra interés por ellas o el deseo de complacerlas». Cuando se acude al diccionario de sinónimos se observa: afable, agradable, cordial, cortés, tratable, afectuoso, atento, cariñoso y sencillo. Por otra parte, como antónimos se citan: grosero, rudo, antipático y desagradable.

Para mí, la clave está en la actitud espontánea y generosa. Según mi criterio, es amable quien de forma altruista quiere ayudar, quiere complacer. No busca obtener ningún beneficio, sólo quiere ayudar y en ello pone una pizca de calor humano. La persona amable da afecto.

La amabilidad es pariente del amor, de la bondad y de la solidaridad. La persona amable cree en el ser humano, ve a los otros como hermanos. Sí, en esta actitud se manifiesta el mandamiento divino del amor al prójimo y, también, la fraternidad, el ideal menos atendido de los tres fundamentos revolucionarios.

En el trato cotidiano va más allá de cumplir con las normas de educación; es cortés, pero, además, muestra verdadero interés por las personas. En la actividad laboral, en el comercio o en las instituciones, son amables quienes además de cumplir con su trabajo y responder correctamente a los compañeros y al público se muestran generosos y te ayudan; te miran a la cara, te escuchan y se interesan por ti. Las personas amables te hacen sentir que les importas, que no eres un cliente o un paciente más.

La persona amable es sincera, franca, ayuda de manera generosa, muestra su afecto, su interés, porque de verdad lo siente. Si no es así, si en su trato se esconde una segunda intención, si pretende obtener un rédito con su comportamiento, si quiere llevarnos al huerto con sus atenciones, si nos regala el oído para más tarde pedirnos algo o para quedar bien y aumentar así su prestigio, entonces estamos ante una persona falsa, ante un adulador, ante un egoísta.

Sospecho de los que abrazan a todo el mundo, de los que no discriminan. Quizá yo sea muy raro, pero no soy amigo de todo el mundo. Hay individuos con los que en absoluto comulgo; por supuesto, eso no significa que vaya a maltratarles, pero me gusta que quede claro que no son santos de mi devoción. Me interesa que las reglas del juego estén claras y quiero que las relaciones sean trasparentes. Siempre he observado con recelo lo políticamente correcto.

Por cierto, en la vida cotidiana, ¿qué pasa por la cabeza de esos que, en la barra del bar, ante un círculo de conocidos, se dedican a despellejar a un compañero y, luego, cuando se encuentran con él, le dan una palmada en el hombro y le llenan de halagos? Y también, ¿cómo es posible que algunos políticos se estén insultando y acusando de barbaridades y poco tiempo después puedan charlar y sonreír tranquilamente?

Permítanme acudir al clásico. Él ya lo dijo y lo dijo mejor. Aristóteles, en su 'Ética Nicomáquea', incluye a la amabilidad entre las virtudes morales que definen al hombre bueno. En esta ética de la virtud, que pretende la felicidad, que busca la vida mejor para el ser humano, critica a 'los hombres complacientes': 'que todo lo alaban para agradar, y no se oponen a nada' y también a los que se oponen a todo y no se preocupan lo más mínimo de no molestar. Por el contrario, elogia el modo de ser intermedio: 'aceptaremos lo debido y como es debido, y, rechazaremos análogamente lo contrario' (como es conocido, Aristóteles señala que la virtud se encuentra en el 'justo medio'

Aristóteles critica a los aduladores, a los que procuran complacer a los demás para obtener alguna utilidad y también rechaza a los pendencieros. Su fórmula para las relaciones sociales, para la convivencia, es clara: «Tratará (el hombre) con los demás como es debido, y, por otra parte, para no molestar o complacer, hará sus cálculos mirando a lo noble y a lo útil». Es decir, debe procurarse complacer a los otros, pero si se trata de algo injusto o innoble es preferible disgustar.

Aunque desgraciadamente no son muchas, sí tenemos la suerte de encontrarnos con personas amables. Ahora mismo tengo en la cabeza a la buena gente que durante años me ha atendido en la tienda de ultramarinos, a una vecina, a la señora que limpia mi despacho, a varias personas que, en mi lugar de trabajo, se ocupan de labores de secretaria y de conserjería; además, también siento el apoyo de algunos alumnos y de algunos compañeros profesores.

Por otro lado, todos tenemos la fortuna de encontrarnos a gente anónima que nos muestra su humanidad, nos ayuda y hace que la vida sea más agradable; a veces el gesto generoso te lo proporciona el camarero, la dependienta de una gran superficie o un desconocido a quien abordas en la calle y le preguntas por una dirección. Con sus comportamientos, con sus palabras, las personas amables contribuyen a construir una sociedad más armónica y, además, nos educan; por tanto, merecen nuestro aplauso y agradecimiento. Por la cuenta que nos trae, ojala todos aprendamos de ellas, a ver si dejamos de ser ásperos y desagradables, a ver si conseguimos convivir mejor, a ver si logramos hacer una sociedad más cálida.

Juan Carlos Zubieta Irún. Universidad de Cantabria.

14 de febrero de 2012

ORIGEN DE LAS NORMAS


ORGANIZACIÓN SOCIAL. LA NORMA Y LA ÉTICA COMO CONSTANTES DEL HOMBRE

La especie humana está conformada por individuos que, por ser seres sociales, han vivido y actuado siempre en grupo.

El hombre es un animal político porque necesita relacionarse con los mismos de su especie para su supervivencia. Esta condición dio origen a las relaciones sociales entre los individuos.

Desde los inicios de la humanidad, las actividades fundamentales como la búsqueda de alimentos para sobrevivir, la construcción de refugios para guarecerse o la invención de artefactos e instrumentos, requirió la cooperación inteligente y el esfuerzo compartido de los individuos. Esa actividad grupal cada vez más compleja generó la necesidad de organizarse socialmente para garantizar la participación más productiva en aras del objetivo de la sobre vivencia. Y la organización social condujo necesariamente a establecer mecanismos de control y de sanción dirigidos a regular el comportamiento colectivo.

Todo grupo social posee normas que regulan la conducta de sus integrantes y mantienen las formas de conducta dentro de ciertos límites. El mero hecho de vivir en comunidad supone que los seres humanos comparten esquemas valorativos de la sociedad a la cual pertenecen.

Cada individuo se enfrenta a la necesidad de adaptarse a la vida social y respetar las normas de la misma, lo cual supone cumplir con una serie de deberes y obligaciones a la vez que poseer un conjunto de derechos y privilegios. Las actitudes y comportamientos de los individuos están orientados por las normas, ideales y valores generales de su grupo social.

Estas normas, ideales y valores rigen determinadas pautas generales de comportamiento y expectativas que tienen relación con la tradición del grupo social. Este proceso se interioriza en la conciencia del individuo de manera imperceptible. Puesto que toda sociedad está interesada en preservar su existencia y desenvolvimiento regular, demanda de los individuos una conciencia ética de manera que cada individuo actúe como se espera que lo haga. Es así como la ética adquiere importancia en la dinámica social.

EL HOMBRE COMO SER SOCIAL. ANARQUÍA Y   DESPOTISMO.

El hombre es un animal político por excelencia. Su comportamiento está determinado por las relaciones con sus semejantes y de éstas depende su supervivencia. Las relaciones determinan al hombre en permanente conflicto con sus semejantes. Los conflictos representan la dinámica de las relaciones entre los individuos.

El hombre no vive aislado, requiere de otros para la satisfacción de sus necesidades. La constante del hombre es la de resolver problemas, necesidades y deseos. Toda su lucha se fundamenta en la búsqueda de soluciones.

Estas relaciones se denominan: RELACIONES SOCIALES y son la base de la configuración de los pueblos. Se dan bajo la forma de nexos de solidaridad (amistad) o de nexos de oposición (enemistad) y de éstos depende la dinámica social.

Las relaciones entre las personas configuran la base de los grupos sociales. Cada individuo aporta su experiencia y conocimiento a la solución de los problemas de su grupo.

Las relaciones sociales se someten a la tendencia egocéntrica y a la desigualdad sico-física de las personas, estas dos condiciones caracterizan su complejidad e influyen en la magnitud de ellas.

Mediante las relaciones, el individuo puede lograr cohesión entre los grupos sociales o puede también generar el caos, porque la búsqueda de objetivos es diferente. Cualquiera sea la condición, la tendencia del hombre es la de lograr estados mejores de beneficio y satisfacción.

Cada grupo tiene en su interior una estructura que le da forma. Cuando dentro de él operan los individuos en forma independiente y cada uno decide su manejo, en forma propia y egoísta, se cae en el concepto de ANARQUÍA, el manejo de todos. No hay autoridad ni poder. La anarquía propugna el aniquilamiento de la organización social. Cada quién manda. Nadie es responsable de nada.

Lalande la define así: “Desorden por ausencia de autoridad organizadora”: "La doctrina metafísica sobre la pretensa libertad moral debe ser históricamente considerada como un resultado pasajero de la anarquía moderna".

Augusto Compte en su Catecismo positivista,  dice que es una “doctrina política y cuyo carácter común consiste en rechazar toda organización de Estado, que se imponga de arriba al individuo”.

Contrario al caos, hay una forma absolutista de manejo, el DESPOTISMO, gobierno de uno solo con el manejo absoluto del poder. Hay una cabeza que imparte las normas y éstas se cumplen. Forma de manejo en el cual el poder se ejerce de manera absoluta y arbitraria y la relación entre el gobernador y el gobernado se puede comparar con la que existe entre el caballero y el esclavo.

El despotismo es un manejo de una autoridad singular, una sola persona o un grupo de personas estrechamente relacionadas, que gobiernan con poder absoluto. Es el abuso del poder o fuerza en el trato con las demás personas.

LA ORGANIZACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA DE CONDUCCIÓN.                  

Las relaciones sociales dan origen al concepto de PODER. Los pueblos primitivos cimentaban el poder en el ejercicio de la fuerza física. A mayor fuerza más poder. Con la evolución del conocimiento, a través de la historia del hombre, se generó un nuevo concepto de poder, el de la RAZÓN. Por medio de un proceso complejo el individuo ha estructurado un sistema de poder, el denominado: PODER CIVIL.

El poder es el dominio, facultad y jurisdicción que uno tiene para  mandar o ejecutar una cosa. Es la suprema potestad directora y coactiva de una persona. El concepto de poder está más relacionado con el manejo social de una colectividad que con el manejo de la fuerza física. Es el poder civil quién se encarga del manejo de las relaciones sociales.

Toda acción humana de relación social constituye un poder, de otra manera, una forma de ejercicio del poder. Decimos, también, se hace siempre lo que se puede hacer. Es el poder que uno despliega el resultante de nuestra fuerza y de nuestras posibilidades, las que tenemos y las que nos dan otras personas y las cosas sobre las cuales pretendemos ejercer nuestro poder.

El poder permite la conducción social. Regula las fuerzas caóticas supeditándolas a un ordenamiento y a la determinación de responsabilidades a quiénes lo aplican.

LA NORMA Y LA RESPONSABILIDAD EN LA ORGANIZACIÓN SOCIAL

Dentro de las relaciones sociales se perfilan convicciones comunes en cuestiones de credos, gustos, dirección de la vida privada y otras que se convierten en costumbres. La costumbre, definida como el hábito adquirido por la repetición de actos de la misma especie, también como el conjunto de cualidades o inclinaciones y usos que forman el carácter distintivo de una persona, genera la NORMA.

La norma representa la línea de conducta en el individuo. Es la regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades y acciones del hombre. Como principio, puede decirse: El Hombre debe cumplir las normas. La norma es la regla de obligado cumplimiento.

Su cumplimiento representa el aporte al orden social en que se desenvuelve. La norma imprime un deber y conlleva una responsabilidad. Se fundamenta en la determinación de una solución social.

Las normas sociales juegan un papel muy importante en la creación de condiciones de convivencia pacífica y respeto a la libertad individual en sociedades avanzadas y complejas.

La responsabilidad es la obligación de dar cuenta ante la sociedad por las consecuencias de un hecho o un acto. La responsabilidad social es el compromiso contraí­do por las acciones u omisiones de cualquier individuo o grupo que generen un impacto en la sociedad; pudiendo recaer éstas en una persona, organización, gobierno o empresa. Dichas acciones suelen traer consigo una valoración positiva o negativa por parte de la comunidad.

La responsabilidad implica el cumplimiento de las obligaciones o cuidado al hacer o decidir algo. Es la obligación de responder ante ciertos actos o errores.

Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son la base de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de las relaciones personales. La responsabilidad es valiosa, porque es difícil de alcanzar.

El primer paso para poseer la responsabilidad es percatarnos de que todo lo que hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia, depende de nosotros mismos, porque nosotros somos quienes decidimos.

El segundo paso es lograr de manera estable, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas; si prometemos “hacer lo correcto” y no lo hacemos, entonces no tenemos responsabilidad.

El tercer paso es educar la responsabilidad e ir corrigiendo lo que no hacemos bien y volver a empezar.

Los retos del mundo actual trascienden todas las fronteras. La generación de conocimiento sitúa al hombre entre la creatividad y la innovación.

Se requiere del conocimiento mutuo y de la propia identidad en las relaciones de amor, respeto legal y moral y estima social. Es un deber tratar igualitariamente a cada persona y demostrar solidaridad y estimar a los demás en su particularidad.
El individuo debe asimilarla y propender por su estricto cumplimiento. Una sociedad sin normas es una sociedad amorfa y débil, una sociedad caótica y con falla en los derechos de las personas.

La norma tiene la fuerza de una obligación hacia el mantenimiento del orden social. Se articula en la estructura de la sociedad misma. Vale el hombre porque cumple a su gente, porque propende por su bienestar. Vale ante la sociedad porque cumple las normas.

Cuando la norma se vuelve obsoleta, porque ya entorpece el avance y el progreso aparece la desobediencia civil. Hay negación del cumplimiento de la norma y se debe revisar la exigencia del cambio.

La fuerza de la norma se circunscribe a la aceptación por consenso. Cuando aquella afecta a un conglomerado social se cae de peso y es necesario su redefinición. El avance cambiante de la civilización exige la revisión de aquella, de la obsolescencia que la aqueja.

La preocupación del hombre es su bienestar y ha aprendido que lo puede lograr a través de la práctica de las costumbres sanas.

De cada acto humano puede hacerse una reflexión que mediante la conciencia pueda ser determinado como agradable. La génesis de la norma se fundamenta en el concepto anterior.

Una condición inherente a la persona es la adopción de elementos que le sean agradables y le produzcan bienestar. Sobre ésta base construye su propia forma de vida y construye esquemas de manejo que circunscriben a un grupo en particular.
Los actos humanos son las manifestaciones de la relación del hombre con su ambiente físico, psíquico y social. Cada uno de aquellos es producto del ser mismo y por esos son de su entera responsabilidad. El hombre tiene la capacidad de decidir cómo actúa y cómo no.

En la configuración de los grupos sociales se dan elementos que identifican a cada uno de sus miembros, a través de sus relaciones sociales se fijan objetivos útiles para el grupo. En la medida de su complejidad va adoptando normas fundamentales que enmarcas su dinámica y comprometen su desarrollo.

Una norma puede ser sancionada o afianzada en dos sentidos: cuando la autoridad superior la valida confirmándola o cuando aquella recibe mayor eficacia por adición de castigos o de estímulos.

La norma es la base de una organización social. Debe ser cumplida por cada uno de sus integrantes. Así quien la cumple se gratifica y vive dentro de un ambiente de respeto y de acatamiento.

La generación de las normas da lugar al concepto de Estado. El acatamiento puede hacerse en forma voluntaria o en forma obligatoria.





13 de febrero de 2012

HACIA UNA ÉTICA MUNDIAL


DECLARACIÓN DEL PARLAMENTO DE LAS RELIGIONES DEL MUNDO

El mundo agoniza. Agonía tan penetrante y opresivamente que nos sentimos movidos a señalar las formas en que se muestra para poner de manifiesto lo hondo de nuestra zozobra.

La paz nos da la espalda. El planeta está siendo destruido. Los vecinos viven en el temor mutuo. Hombres y mujeres se distancian entre sí. Los niños mueren.

Todo ello es terrible.

Condenamos el mal uso de los ecosistemas de nuestra Tierra.

Condenamos la miseria, que estrangula las posibilidades de vida; el hambre, que debilita los cuerpos de los seres humanos; las desigualdades económicas, que a tantas familias amenazan con la ruina.

Condenamos el desorden social de las naciones; el desprecio de la justicia, que empuja a ciudadanos hacia la marginación; la anarquía, que gana posiciones en nuestras comunidades; y la absurda muerte de niños mediante la violencia. Condenamos especialmente la agresión y el odio en nombre de la religión.

Esta agonía debe cesar

Debe cesar, porque ya existe la base de una ética. Tal ética brinda la posibilidad de un mejor orden individual y global que aleje a las personas de la desesperación y las sociedades del caos.

Somos mujeres y hombres que siguen los preceptos y las prácticas de las religiones del mundo.

Afirmamos que las enseñanzas de las religiones contienen un patrimonio común de valores radicales que constituyen la base de una ética mundial.

Afirmamos que esta verdad ya es conocida, pero que aún no se vive como debiera de corazón y de obra.

Afirmamos que hay una norma irrevocable, imprescindible en todos los ámbitos de la vida, válida para las familias y las comunidades, para las razas, naciones y religiones. Ya hay criterios ancestrales del comportamiento humano que pueden hallarse en las enseñanzas de las religiones del mundo y que son la condición de un orden mundial duradero.

Declaramos:

Que todos somos interdependientes. Cada uno de nosotros depende de la salud del conjunto. Por ello respetamos la colectividad de los seres vivientes, hombres, animales y plantas, y nos sentimos preocupados por la conservación de la Tierra, del aire, del agua, del suelo.

Que como individuos somos responsables de todo lo que realizamos. Todas nuestras decisiones, actuaciones y negligencias tienen consecuencias.

Que debemos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.

Nos comprometemos a respetar la vida y la dignidad humana, la individualidad y la diferencia, de suerte que toda persona sin excepción reciba un trato humano. Hemos de ser capaces de perdonar, aprendiendo del pasado, pero sin ceder jamás a la memoria del odio. Al abrir nuestro corazón a los demás debemos enterrar nuestras mezquinas querellas en aras de la comunidad mundial de manera que llevemos a la práctica una cultura de la solidaridad y de la vinculación mutuas.

Consideramos a la Humanidad nuestra familia. Hemos de esforzarnos en ser afables y generosos. No debemos vivir solamente para nosotros mismos sino que, por el contrario, hemos de servir a los demás y no olvidar jamás a los niños, a los ancianos, a los pobres, a los disminuidos, a los exiliados y a quienes se encuentran solos. Nadie debe ser jamás considerado o tratado como ciudadano de segunda clase. Nadie debe ser sometido a explotación, de la clase que sea.

Entre hombre y mujer debe existir un compañerismo basado en la igualdad. No podemos incurrir en ningún tipo de comportamiento sexual inmoral. Debemos dejar atrás cualquier forma de dominio o abuso.

Nos declaramos comprometidos con la cultura de la no violencia, del respeto, de la justicia y de la paz. Jamás oprimiremos a otra persona; no le causaremos daño, ni le torturaremos, ni desde luego le causaremos la muerte, y renunciaremos a la violencia como medio de resolver las diferencias.

Nos esforzaremos por conseguir un orden social y económico justo en el que cada cual reciba las mismas oportunidades para desarrollar plenamente sus cualidades humanas. Hemos de expresarnos con fidelidad a la verdad y actuar en consecuencia comprendiendo a los demás, evitando dejarnos arrastrar por prejuicios u odios.

No debemos robar. Hemos de superar cualquier inclinación a buscar ávidamente el poder y el dominio, el prestigio, el dinero y el consumo, en aras de formar un mundo justo y pacífico.

La Tierra no puede cambiar a mejor si antes no cambia la mentalidad de los individuos. Nos comprometemos a dilatar nuestra capacidad de percepción sometiendo a disciplina nuestro espíritu mediante la meditación, la plegaria o la reflexión positiva. Sin riesgo y sin disposición al sacrificio no puede producirse un cambio fundamental en nuestra situación. Por eso nos comprometemos con esta ética mundial, en una mutua comprensión y con aquellas formas de vida que conlleven un concierto social, la consolidación de la paz y el respeto a la Naturaleza.

Bibliografía consultada:
Bailey, Alice A., "Los problemas de la Humanidad". Fundación Lucis Trust, Argentina, Tercera Edición en Castellano, 1996.
Bailey, Alice A., "El destino de las naciones". Editorial Sirio, S.A., Málaga, España, 1961.
Jens, Walter y Kuschel, Karl-Josef, "Teología en libertad. Diálogo con Hans Küng". Editorial Trotta, S.A., 1999. Madrid, España.
Küng, Hans, "Proyecto de una Ética Mundial". Editorial Trotta, S.A., 1992. Madrid, España.
Küng, Hans / Kuschel, Karl-Josef (editores), "Hacia una Ética Mundial. Declaración del Parlamento de las Religiones del Mundo". Editorial Trotta, S.A., 1994. Madrid, España.
Küng, Hans, "Grandes pensadores cristianos. Una pequeña introducción a la teología". Editorial Trotta, S.A., 1995. Madrid, España.
Küng, Hans, "El cristianismo. Esencia e Historia". Editorial Trotta, S.A., 1997. Madrid, España.
Küng, Hans, "El judaísmo. Pasado, presente y futuro". Editorial Trotta, S.A., 1998. Madrid, España.
Küng, Hans, "Una ética mundial para la economía y la política". Editorial Trotta, S.A., 1999. Madrid, España. 

10 de febrero de 2012

ÉTICA EMPRESARIAL


Creer que la ética es sólo una materia que se ve en el colegio y la universidad y que no tiene influencia en el mundo empresarial, es una gran mentira. Dar u omitir información para fines particulares, a la hora de cerrar una negociación, es determinante y se puede tomar como una acción desleal.

De acuerdo con el informe de competitividad de 2011 – 2012 del Foro Económico Mundial, Colombia ocupó el puesto 87  del ranking de comportamiento ético de las empresas, esto indica que a pesar de los esfuerzos de algunos empresarios por manejar sus negocios de manera responsable, en general, la percepción del comportamiento ético corporativo en Colombia es negativa. 

De hecho la creencia popular es que quien sacó mayor ventaja hizo un ‘mejor negocio’, sin embargo, esta concepción es todo menos ética, puesto que en el sentido moral lo que se busca es un acuerdo beneficioso y sincero para ambas partes.  Para acabar esta ‘enfermedad’ en las empresas es necesario tener un código de ética corporativo.  

¿Cómo implementar una cultura corporativa en la empresa?

Lo primero que se debe tener claro es que la ética va dentro del programa de cultura organizacional.  De acuerdo con el portal Educación Online, la cultura organizacional está compuesta por “los principios y creencias que están enraizadas en la estructura empresarial y en los empleados de la misma”. Esta cultura empresarial finalmente, debe desarrollar en los empleados una serie de valores que son representados por el personal de la compañía.

Es por esto que hoy en día, es obligatorio que cada empresa tenga un grupo de valores que la identifique. No importa cuáles sean, sino que las acciones de la empresa refuercen esos valores y cada día hagan parte de las tareas cotidianas.
Además, en el caso de las pyme, es fundamental que el gerente, quien es la cabeza, con su actuar demuestre y evidencie tales valores, de lo contrario, estaría enviando mensajes contradictorios a sus subalternos.

Por ejemplo, si un valor es la responsabilidad, entonces una de las formas de generar responsabilidad es a partir de la puntualidad y cumplimiento de horarios. Por lo tanto, desde el gerente de la empresa hasta quien se encarga del aseo deberán cumplir sus horarios de trabajo y en consecuencia, estarán reforzando aquel valor en la compañía.

Tenga en cuenta que toda empresa nace y se desarrolla en un determinado sistema de valores que es propiciado socialmente, por lo tanto, dentro de este código de valores se sugiere que hayan  algunos que lleven a la creación de actividades que influyan positivamente en la sociedad.  La solidaridad es un ejemplo de este tipo de valores.



http://www.misionpyme.com/cms/content/view/4523/

6 de febrero de 2012

LA ÉTICA ES UN METALENGUAJE


Para mejorar al ser humano, la ética no ayudará. No es el medio ni la vía. La ética estudiará los valores, pero no proporcionará ningún valor. La ética no ofrece posibilidad alguna de transformación humana. Sus postulados siempre serán materia muerta para el ser humano.

La ética habla sobre los valores, estudia su naturaleza, analiza la evolución del concepto, pero no crea ningún valor. Sólo el ser humano puede crear o no un valor. La ética es utilitaria, dada a un fin, a una acción, pero en sí misma no encierra ningún valor. La belleza, el amor… no poseen ninguna utilidad. El valor en sí mismo es inútil.

El nihilismo, por ejemplo, es  una consecuencia de la evolución de la ética, no del valor. Todas las crisis de valores son dadas por la concepción de la ética, por el concepto, no por el valor en sí mismo. Nietzsche dice que “hay una crisis de los valores”; pero no está diciendo que el valor “amor y belleza” están en crisis: está sugiriendo que el “concepto amor”  ha caído en crisis. ¿Cómo pueden el amor y la belleza caer en crisis, es decir, cómo algo eterno puede alterarse y morir? Lo que se desmorona ante los ojos de la sociedad es el concepto, la acción, la utilidad de la concepción ética. Pero el amor y la belleza desconocen la alteridad, niegan que su valor sea conseguir un fin. Su naturaleza no es el negocio.

Los griegos establecieron una determinada estructura de convivencia ética. Claro que esta convivencia caerá después en crisis. Claro que no aguantó el ritmo de la evolución de la Historia. De modo que aparecerán momentos de resquebrajamiento de dichas estructuras, pero el valor, en su inutilidad, quedará incólume.

Hoy lo que se refleja como crisis es una caída de las concepciones éticas, de la filosofía, no del valor, no del amor y la belleza. Si digo que fulano de tal refleja una crisis de valor estoy señalando a una crisis micro localizada de las concepciones éticas impuesta por la evolución filosófica de la ética, por la evolución del concepto, no por el valor mismo. Es como decir que un ladrón es antiético porque roba, sin mirar a fondo que el ladrón con su robo pudiera expresar amor y compasión.

Richard Rorty deseaba que esta evaluación desde las concepciones filosóficas se viniera abajo. En La filosofía y el espejo de la naturaleza escribe significativamente: “La realidad del hombre es limitada por la concepción del metalenguaje”. Y la concepción ética es un metalenguaje que se divorcia de la realidad; se desvincula de la naturaleza del valor en sí mismo.

Lo que refleja la crisis de los valores en cualquier término y tiempo es un engrandecimiento del “ego moral”, de quienes creer tener la vara para medir,  bajos ciertas concepciones éticas establecidas, lo que debe y no debe hacer el hombre. A esto Rorty lo llamó “puro juego del lenguaje”.

El hombre no necesita de una convivencia ética para funcionar; necesita una profunda transformación de su ser. Puesto que el valor más alto es esa transformación. El amor y la belleza no se obtienen por convivencias éticas, a través de conceptos; se obtienen a través de una comprensión real de la vida. Pero el hombre no escucha y ve por sí mismo. Ha estado condicionado éticamente, ha estado hablando por esas filosofías de la ética, que lo han limitado a desenvolverse dentro de una crisis de valores.

Ángel Velásquez Callejas
http://www.neoclubpress.com/letras/ensayo/2990-la-etica-es-un-metalenguaje.html