SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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26 de agosto de 2012

DIFICULTADES DE LA DEMOCRACIA


En las librerías suelen haber estantes repletos de libros sobre democracia. A propósito de la Maestría en Filosofía y Letras que actualmente estoy cursando en la Universidad de Caldas, se han convertido estos espacios en los más visitados por mí. Allí encontré un texto de obligada lectura para aquellos interesados en saber en qué país estamos y de qué manera estamos gobernados. Se trata del libro Dificultades de la Democracia, de Iván Darío Arango.

Arango, filósofo, es uno de los académicos colombianos que se ha dedicado a investigar sobre la democracia. Es profesor de la Universidad de Antioquia, doctor de la Escuela de Altos Estudios en París y miembro destacado de Amigos de Raymon Aron. Ha publicado varios textos, de los que se destaca Críticos y lectores de Rousseau. Es un investigador reconocido en el mundo por su estudio juicioso de la obra del gran inspirador del principio de la soberanía popular. Rousseau fue el primero que estableció la forma democrática de la legitimidad política.

Dificultades de la Democracia fue publicado por la Editorial Universidad de Antioquia, una casa editorial que, valga la cuña, nada tiene que envidiarle a las grandes editoriales.

El libro de Arango hay que leerlo con detenimiento para deleitarse y comprender las bases éticas y morales de la democracia. En él, desarrolla un propósito que en nuestra democracia se requiere debatir y defender: el pluralismo de los valores, en una época contaminada por el modernismo e individualismo económico.

Pese a sus imperfecciones, no hay otro modelo más acertado que el de la democracia. Algunos déspotas han llegado al poder mediante el voto para abusar y reprimir la libertad de opinar y atentar contra el pluralismo, como el caso de Chávez. “Es la democracia -sostiene el autor-, el tribunal por excelencia, el encargado de establecer la legitimidad de los programas o de los proyectos políticos enfrentados y concebidos para la vida en comunidad”.

Se queja, por ejemplo, de que el lenguaje moral en nuestra democracia tiene una ambigüedad innegable, porque sus ideas se usan en un sentido vulgar antes de ser definidas. Pero cuando se definen, se reducen a fórmulas que se repiten sin pensar en su significado. A mi juicio, todos hablamos de honestidad, desde los más corruptos hasta los más honrados, sin pensar la importancia de su contenido. Algunos cambios han surgido gracias a la democracia. Por ejemplo, antes el sistema de honores y el concepto de moral eran sólo reservados a unos pocos privilegiados. A los reyes se les atribuía el don de la divinidad, que ahora está en desuso.

Advierte Arango, refiriéndose a Colombia, que tenemos grandes dificultades en el aprendizaje de la democracia, porque nuestra herencia colonial nos impide avanzar en el valor de la igualdad y construir un mínimo sentimiento de identidad entre sectores sociales, por encima de otras lealtades tradicionales.

Finalmente Arango, a quien hubiese querido tener como mi profesor de filosofía política en la maestría, señala tres elementos propios de nuestra cultura que nos apartan de una sociedad democrática pluralista. La religión, que está al lado de las jerarquías y no de la igualdad. La política, que está del lado de la concentración del poder y no del esquema moderno que reconoce el valor de la oposición. Y, finalmente, las costumbres, que están del lado del honor y su expresión exterior y no de la dignidad de la persona.

Oscar Tulio Lizcano
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/D/dificultades_de_la_democracia/dificultades_de_la_democracia.asp?CodSeccion=219

18 de agosto de 2012

ILUSTRACION Y ROMANTICISMO


Con la Ilustración, los seres humanos decidieron -por primera vez en la historia- tomar las riendas de su destino y convertir el bienestar de la humanidad en el objetivo último de todos sus actos. En la base de este proyecto ilustrado -escribe Tzvetan Todorov- subyacen tres ideas axiales: la autonomía, la finalidad humana de nuestros actos y la universalidad. La autonomía significa que lo que debe guiar la vida de los hombres ya no es la autoridad del pasado, sino su proyecto de futuro; en consecuencia, la voluntad libre prevalece sobre la tradición.

La finalidad humana de nuestros actos comporta que el objetivo de estas acciones humanas liberadas se halle en la tierra y ya no apunte a Dios; por lo que, suceda lo que suceda después de la muerte, el hombre debe dar sentido a su existencia terrenal: la búsqueda de la felicidad sustituye a la búsqueda de la redención, razón por la que el Estado no está al servicio del designio divino, sino que su objetivo es el bienestar de los ciudadanos. Y la universalidad implica que todos los seres humanos poseen derechos inalienables por el mero hecho de serlo; bien entendido que la exigencia de igualdad, hoy tan profundamente sentida, deriva de esta idea de universalidad.

Ahora bien, pese a que la fe en el progreso ilimitado de la humanidad pudo tentar a algunos pensadores de la Ilustración, lo cierto es que prevaleció la idea de que el rasgo distintivo de la especie humana no es el avance hacia el progreso, sino sólo la perfectibilidad, es decir, la capacidad de hacerse mejor y de mejorar el mundo. De ahí que los problemas sociales carezcan de soluciones definitivas y se replanteen continuamente bajo formas distintas.

En este tejer y destejer de la historia, el Romanticismo constituye una reacción frente a la Ilustración y es, en cierto sentido, una involución. Si Auguste Comte sostuvo que, a lo largo de la historia, la humanidad ha pasado -primero- de la teología a la metafísica, y -más tarde- de la metafísica a la ciencia, lo cierto es que, con el Romanticismo, retornó a la mística.

En efecto, el Romanticismo es una inmersión en el entorno, la naturaleza, y en el pasado, la historia, con la pretensión de integrar ética y estética mediante la apelación a la fantasía, y con un fuerte gusto por lo infinito como sentimiento cuasi-religioso. El Romanticismo significa, por tanto, una continuación de la religión con medios estéticos, lo que implica, a su vez, un abandono de la razón y provoca una actitud vital superadora de la estructura del mundo, lo que lleva a la conclusión de que la razón política y el sentido de la realidad no son suficientes para poder vivir.

Juan José López
http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20120818/54338235096/juan-jose-lopez-burniol-ilustracion-romanticismo.html

htto://www.catedraderamiro.blogspot.com

11 de agosto de 2012

TRIBUNAL DE ETICA


Nos dice el DRAE en su cuarta acepción que ética es la parte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Para moral también en su cuarta acepción, dice que es: la ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia. Para malo nos dice que es el que carece de bondad que debe tener según su naturaleza o destino; siendo maldad la cualidad de malo.

“Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit.”
(Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro); frase de Tito Macio Plauto que transformó Hobbes en: “El hombre es un lobo para el hombre”.

He visto a mis mayores hacer tratos de compraventa; una vez se llegaba al acuerdo, se estrechaban las manos al tiempo que decían: “Trato hecho”. Esto era sagrado, palabra de honor. No se necesitaba notario alguno que diese fe del acuerdo. Después, invitaban a los presentes a una ronda. Hoy, ni habiendo una escritura pública ante notario, es respeta la palabra dada; no hay trato de honor. La honestidad va como puta por rastrojo.

De igual modo que está la traición y la alta traición; está la maldad y la maldad suprema.
No es lo mismo que te pise sin querer a que te dé un pisotón con mala leche.

Nuestro sistema jurídico, se basa en el derecho positivo; lo que está escrito en los Códigos es Ley, si no lo está, no lo es. El Iusnaturalismo o Derecho Natural, es solo una contemplación filosófica y entra dentro de la asignatura: Filosofía del Derecho.
La Ética, es una de las más importantes ramas de la filosofía.

El concepto de moral, es variable ya que se adecua a cada momento histórico. Hasta no hace tanto, la esclavitud por la cual una persona era propiedad de otra, era aceptada moralmente cuando sabemos que es una aberración. La Ética es invariable. La Lógica es su compañera de viaje.

Le decía yo a una entrañable amiga de la bondad de un cura que hubo en mi pueblo, ella me lanzó esta pregunta: ¿Es bueno porque es buena persona o es bueno por ser cura? Tras un momento de reflexión, no tuve más remedio que contestar: Por ser buena persona. “El hábito no hace al monje”, que reza el refrán.

Dice el DRAE en su segunda acepción que conciencia es el conocimiento interior del bien y del mal. Para honor nos dice en la primera acepción: Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

En nuestro ordenamiento jurídico tenemos tribunales para todas las actividades de nuestro cotidiano devenir. Pero nos falta el más importante:

EL TRIBUNAL DE ÉTICA

Hablábamos más arriba del derecho positivo; está hecho por las personas y destinado a las personas. Pero si es el hombre un lobo para el hombre, los legisladores hacen leyes que les beneficien aunque con ellas perjudiquen a la inmensa mayoría de la población. Es lo que es, no lo que debería ser.

“Si así lo hicierais, que Dios y la Patria o lo premien, si no, os lo demanden”. Esto es lo que contesta el militar que toma el juramento a la bandera. Bonitas palabras, ¿no?
“Hecha la ley hecha la trampa”, dicho popular.

“Si usted debe al banco 6.000 €, usted tiene un problema. Si usted debe al banco 6.000.000.000 de €, el banco tiene un problema”. 
“Lo que está a la luz no necesita candil”, decía mi abuela Gertrudis.

Volveré a traer a mi idolatrado Jean-Jacques Rousseau y su “Contrato social”.
Cuando los dirigentes no cumplen el contrato establecido con el pueblo, ¿quién los juzga?, ¿en qué tribunal?

No, por favor, no me diga usted que las urnas. Con el grado de manipulación de las gentes que tenemos, el paso por las urnas es una pantomima; es simplemente cumplir un trámite para dar visos de legalidad al latrocinio.

Decíamos antes de la moral que es variable y se adapta a cada momento histórico; la esclavitud actual, es aceptada por la mayoría de las gentes. Será moral, pero no ético. La dictadura del capital está moralmente aceptada por muchos.