SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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17 de agosto de 2013

ZOMBIE SAPIENS

Desde su condición de homo sapiens, el hombre ha sabido plasmar su inteligencia para desarrollar tecnología, entendida esta como el uso de habilidades e instrumentos en provecho propio; tal es el caso de los computadores,  de los teléfonos inteligentes y los celulares del momento.

La tecnología le permite al hombre sortear las situaciones más adversas. A través de esta ha logrado construir máquinas que le ayudan en la solución de los problemas.

La tecnología ha absorbido la mente humana, porque somos dependientes de los últimos adelantos. Estos nos manipulan y nos llevan por el sendero de la inconsciencia. El hombre se ha convertido en víctima de la máquina.

Mediante el continuo progreso, generado por el conocimiento que le brinda la ciencia, actualmente el ser humano ha logrado crear la inteligencia artificial, hasta el punto que hoy empieza a compartirla con la del hombre mismo.

Cuando hablamos de ciencia esto quiere decir que si se hace un experimento que lleva a unos resultados y se comunica a los demás cómo se ha hecho, cualquiera, con los mismos medios y el mismo procedimiento, puede repetirlo y obtener exactamente los mismos resultados. Concepto contrario a la fe y la creencia.

La máquina nos ha convertido en un nuevo estereotipo: el zombi sapiens. Hoy pensamos a través de la máquina. Nos anulamos a través de la máquina y si no, analicemos el comportamiento de la generación que nos sucede, la cual vive esclava de la pantalla.

Se crea el concepto de zombi por la manifestación de la inteligencia artificial dominando sobre el hombre. Se actúa inconscientemente y la habilidad maquinal entra en la posesión de lo humano.

El comportamiento humano está siendo sometido por la inteligencia de la máquina, de tal manera que los actos de aquel dependen de la disposición de aquel artefacto inteligente. Aparece una nueva forma de esclavitud enmarcada en la relación hombre máquina. Todo el accionar del primero está determinado por la manipulación que la segunda hace de su conciencia.

Desde esta condición el hombre llevará el peso de su conciencia por las responsabilidades entregadas a la máquina inteligente que él mismo construyó. Sólo le quedará llorar por haber decidido entregar la conciencia humana a la conciencia artificial.


Es la disyuntiva determinada desde lo humano: entregar la conciencia del hombre o reclamar la conciencia de la máquina.