SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

17 de octubre de 2014

EXPRESIÓN ORAL EN DIMINUTIVOS

El lenguaje permite al hombre la transmisión de sus experiencias cotidianas. A través de él puede comunicar sus ideas, pasiones y creencias. Esta invención humana ha dado lugar a la aparición de idiomas y dialectos en todas las culturas del mundo. Desde su pensamiento, el hombre ha logrado ordenar su base de conceptualización de su entorno inmediato.

Derivado de la necesidad de hacer conocer las experiencias de su cotidianeidad, también ha creado la escritura. Lenguaje y escritura como un camino del ascenso del hombre. Hoy en la contemporaneidad es artífice de formas tecnológicas de comunicación, como las redes sociales, que lo llevan más allá de sus propias fronteras. La tecnología acerca al hombre a través de la máquina pero a la vez la aleja del calor de lo humano.

Las diferentes alternativas de expresión caracterizan el comportamiento en cada relación social que se desarrolla. Se observa en la actualidad un paso fundamental en la evolución del conocimiento del ser. La ciencia nos presenta la “neuro lingüística” como la disciplina que analiza los métodos del cerebro para generar la comprensión, la generación y la identificación del lenguaje, tanto hablado como escrito.

Una de las partes, objeto de estudio, es el de la profundización en el lenguaje de los gestos humanos y las inflexiones que producen éstos en el proceso de comunicación. La articulación de palabras y de gestos produce un efecto importante en la transmisión de mensajes de comunicación directa entre los seres pensantes.

Es común observar en muchas personas una forma de expresión utilizando palabras en diminutivo con resultados sorprendentes en la persona receptora. Esta estrategia genera una línea de transmisión directa con el otro. Es como un “bajarse de nivel” de pensamiento y equipararse con el nivel de su semejante. Esta condición produce un efecto de acercamiento entre posiciones humanas.

La neurolingüística busca construir el modelo formal y dinámico de cómo funciona la mente y la percepción humana. Con base en este conocimiento es posible identificar las estrategias internas que utilizan las personas de éxito, aprenderlas y enseñarlas a otros.

Desde la arrogancia del ser o desde su humildad es posible construir multitud de posibilidades de acercamiento o de rechazo. Todo depende del lado en que nos situemos.

Una expresión sutil, en diminutivo, produce un gran efecto de acercamiento. Una posición en lenguaje de comunicación imperativo puede inducir un rechazo o una frontera en la transmisión de un mensaje desde lo humano.

La resultante de una comunicación en diminutivo (me da un tintico), parece producir efectos positivos y de influencia en el otro y esto se traduce en un comportamiento más flexible y adaptable a la condición humana.

El tono de voz empleada y el estilo de comunicación que se utilice, determina fundamentalmente una disposición a la colaboración y a la ayuda. El ímpetu de las palabras y la dureza de las expresiones parece que dificulta la solución de las situaciones de la vida. Por eso las generaciones actuales crean su propia forma de comunicación y de expresión con sus semejantes. Ellas defienden su lenguaje único para la interrelación humana.

Desde lo expuesto, ese “bajarse de nivel de pensamiento” genera una disposición general para recibir y asimilar gestos y actuaciones y esto puede determinarse como una estrategia para generar y promover el diálogo.

La construcción de modelos generales de comportamiento, empieza desde el poder de la palabra y desde el grado de influencia de esta en los demás. Somos lenguaje y conciencia, somos expresión permanente de la realidad.

Sólo el hombre puede dirigirse hacia estados de comprensión o hacia estados de caos y de confusión.