Asistimos hoy al desarrollo de un
proceso tecnológico, de tal magnitud, que puede cambiar el curso del planeta y
por ende de la vida. La inteligencia humana se ha apuntalado en la ciencia como
estrategia de comprobación y de entendimiento de los fenómenos universales.
Nos encontramos al borde de una nueva
revolución, la revolución del mundo virtual, apoyada en la red mundial de información,
internet, y en todos sus derivados como las redes sociales, las simulaciones,
la impresión 3D y la inteligencia artificial misma; un mundo consecuencia de la
articulación de modelos derivados de la máquina inteligente.
Producto de la inteligencia natural,
la del hombre mismo, en el presente tenemos una verdadera derivación
configurada bajo la forma de
inteligencia artificial y ya tenemos frente a nosotros los primeros robots
humanoides que piensan, resuelven problemas y adquieren experiencia de lo que
hacen y determinan.
En forma simultánea los muchachos de
la generación actual, la generación virtual, tienen mucha tecnología, ésta se
encuentra en su ADN y ya no nacen con el pan bajo el brazo sino con la “tablet”
debajo de él; por ello están tan absorbidos que al parecer tienen menos sexo
que sus predecesores o generación anterior. Están tan embebidos en la máquina
que ya no tienen tiempo para sentir a su semejante en forma directa; sólo la
hacen a través de la tecnología.
La dependencia del teléfono móvil o
celular es tan marcada que todo su accionar está determinado en la relación
hombre-máquina, es por ello que la interacción con otras personas es más
virtual que física. Las relaciones sociales se hacen a través de la pantalla,
del mundo virtual.
El contacto entre ellos se hace por
medio de la tecnología, no se acarician, no les preocupa el calor humano de
quién está a su lado; sólo les interesa el mundo 3D, los emoticones, caritas
con gestos humanos, la cámara web y a través de ellos expresan sus emociones y
sentimientos.
Gracias a la tecnología, los jóvenes
de la generación virtual se emancipan más tarde, por comodidad que les da
aquella o por problemas económicos; ellos alargan al máximo la estancia en casa
de sus padres, tardan más en casarse y apuestan a un estilo de vida más
solitario. Utilizan múltiples canales y dispositivos para sus actividades.
Haciendo uso de la tecnología
desarrollan una capacidad de hacer varias cosas a la vez, porque desde la
pantalla digital se informan, obtienen conocimiento y datos que les permite la
toma de decisiones rápidas.
Este colectivo ha hecho de las
pantallas digitales su acceso de referencia para la socialización, el trabajo y
el ocio, integrándolas completamente en su vida cotidiana. Son adictos al móvil,
sienten la necesidad de una constante conectividad y no pueden estar un solo día
alejado de dicha pantalla.
La tecnología ha dado lugar a una
generación que actúa y decide con base en el rendimiento de la máquina
inteligente, porque todo se encuentra en ella, todo se obtiene con la facilitad
que ésta nos presenta.
La generación virtual representa el
modelo para la conducción del mundo en la próxima etapa y sólo ella será la
responsable del resultado final del comportamiento humano y de la continuidad
de la vida en nuestro planeta.