El universo es un complejo de fenómenos de magnitud que el hombre busca resolver mediante la ciencia. Hoy se sabe que empezó hace uno 13700 millones de años. A partir de allí se encuentra en un proceso de expansión y es aquí donde aparece el concepto de espacio tiempo. A modo de ejemplo: cuando inflamos una bomba, el estiramiento de sus componentes elásticos va alejando todos aquellos, hasta que llega un momento en que ya no es posible más expansión y revienta. Algo similar ocurre con el universo actual.
En cada uno de los confines se encuentran unos cúmulos de soles o estrellas y muchos de estos tienen planetas girando alrededor. Estos cúmulos son las llamadas galaxias y nosotros pertenecemos a la galaxia de la vía láctea.
El hombre hace parte de aquel universo, de aquel engranaje de fenómenos y de leyes que lo determinan. Frente a la vastedad de este océano cósmico al ser humano le preocupa su muerte, su propia muerte como ser biológico, pero en la comprensión del cosmos, los fenómenos se dan, se construyen y se destruyen en el espacio tiempo.
De las nebulosas, conjunto de gases estelares y de fragmentos, siguiendo leyes universales, nacen nuevas estrellas, nuevos planetas. Todo parece un eterno retorno. A nuestro sol le queda una vida de unos 5000 millones de años, en su fin se convertirá en un cuerpo frío que explotará y sus gases o componentes finales serán la materia prima para el nacimiento de otra estrella.
Parece que la muerte no existe en el universo, todos sus elementos o componentes pasan de un ser a un no ser y de no ser a ser. Es una eterna transmutación en donde ocurren colisiones severas, estallidos de luz y manifestaciones violentas que se traducen en descargas inmensas de energía. En otros términos el universo respira y se reacomoda en su proceso de expansión.
En un respiro del cosmos apareció la vida en la tierra; somos consecuencia del polvo de las estrellas. Hubo un día en que la materia tomó conciencia de sí misma y apareció el hombre. En el momento actual se mueve buscando las autopistas del cielo, los caminos por donde se manifiesta la naturaleza.
Sabemos que nuestro cuerpo está formado por carbono y otros elementos que se han cocinado en las estrellas. Hemos recibido de su fin y de su proceso de reiniciación universal todo el material y la energía para comprender su magnitud y entender que el universo existe.
Hoy podemos aceptar nuestro origen a partir de la gran explosión generada en el Big Bang, teoría que ha sido confirmada por la ciencia. El universo se expandió a partir de un volumen infinitamente pequeño pero con densidad y temperaturas muy altas.
En esta tierra, como habitante, me identifico con Terry Pratchett: “En el principio no había nada, entonces explotó”. Me afianzo en el concepto inicial: la muerte no existe en el universo porque la nada explotó para nacer nuevamente.
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