El hombre como sentimiento y razón ha
logrado desarrollar herramientas que le permiten transmitir sus impresiones
acerca del universo. Mediante el lenguaje y la escritura ha obtenido un proceso
para articular la lógica en su pensamiento y en su cotidiano devenir.
Dentro de su proceso histórico, cada
vez, busca su perfección aplicando actos eminentemente racionales en todas sus
expresiones. Vive cada momento desde su argumentación, hasta la construcción de
teorías que le facilitan entender el mundo.
La oralidad de los conceptos permite al
hombre comunicarse con sus semejantes y explicarles lo que piensa con respecto
al hombre mismo, a la sociedad y al universo.
La correcta forma de expresión ha sido
denominada ortoepía y ésta representa el reto en la comunicación efectiva y
productiva.
En la conservación de la forma correcta
de hablar se presentan fenómenos especiales en los pueblos. La tendencia a la
síntesis moldea formas más simples de comunicación pero se pierden elementos de
la profundidad que debe existir en la comunicación.
Los elementos para una adecuada
comunicación incluyen a la persona que transmite, el mensaje que transmite y la
persona que lo recibe. En este proceso la oralidad representa la forma más
expedita de generar y entregar conocimiento. Todo dentro un orden lógico y
coherente que conduzca a acciones posteriores correctas.
Todos los seres humanos hemos sido
expuestos a diferentes patrones de crianza, lo cual hace que tengamos
interiorizadas distintas formas de comprender el lenguaje, los gestos y las acciones que las personas que nos
rodean tienen para con nosotros, y lo mas importante de nosotros para con ellos.
Por tanto es importante la búsqueda de
estrategias que permitan entrelazar las diferentes maneras generacionales de
comunicar los aspectos del mundo, las vivencias y las concepciones de los
fenómenos universales.
La comunicación es indispensable para
procurar y mantener las buenas relaciones en todos los ámbitos de nuestra vida,
particularmente en la familia, el trabajo y con las personas más cercanas a
nosotros. Aún así enfrentamos desacuerdos y discusiones sin sentido,
provocando, en ocasiones, una ruptura en las relaciones con los demás. Entender
y hacerse comprender, es un arte que facilita la convivencia y la armonía en
todo lugar.
Lo humano tiene un componente de
amabilidad cuando se aplica la ortoepía en los actos cotidianos. Cada ser lo
hace mejor desde la moderación de su lenguaje, desde la correcta forma de
transmisión de sus conceptos; todo esto crea confianza entre los hombres y ello
permite construir estados armónicos y de sosiego.
Un lenguaje procaz, lleno de insultos,
de inflexiones y de confusión no puede generar la paz y no puede pretender la
construcción de humanismo. Queda claro que comunicar no significa decir, expresar
o emitir mensajes, por el contrario, al entablar un diálogo con los demás,
tenemos la oportunidad de conocer su carácter y manera de pensar, sus
preferencias y necesidades, aprendemos de su experiencia, compartimos gustos y
aficiones; en otras palabra conocemos a las personas y desarrollamos nuestra
capacidad de comprensión. Sólo así estaremos en condiciones de servir al
enriquecimiento personal de quienes nos rodean.
http://www.catedraderamiro.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario