Las naciones han sido
constituidas para la organización de la vida del hombre. Desde su estructura
deben tomar decisiones para la protección de los recursos físicos, financieros
y el más especial, el humano.
La interferencia de
la conciencia de los seres está produciendo efectos devastadores en las cadenas
de producción y están destruyendo el equilibrio de nuestro planeta. Dicha
interferencia u olvido, cuando se genera desde lo voluntario, conduce al caos
social y compromete la estabilidad del hombre.
La proyección sobre
el aumento de las alteraciones medio ambientales deja un pronóstico
desalentador. Se está al borde de un cambio fundamental en la estructura del
mundo de lo vivo. En los últimos tiempos, el crecimiento de la población
mundial a niveles desmedidos y el aumento con ella de las necesidades de
alimentos y diversos tipos de recursos ha llevado al ser humano a generar
severos daños en el medio ambiente planetario, algunos irreversibles, como el
agotamiento de recursos no renovables, la contaminación de cursos de agua o del
aire, la generación de gases del famoso efecto invernadero
La costumbre de dejar
todo para la última hora es la característica de los habitantes de las naciones
del mundo. Todos hemos desperdiciado momentos de reflexión que nos conduzcan a
plantear una esperanza fundamentada en el desarrollo sostenible. La culpa es de
los humanos, la culpa es de las naciones que han hecho caso omiso a la
responsabilidad de replantear nuestra tierra.
Se llama desarrollo
sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales
sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.
Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener.
Nuestro único
apartamento en el universo, al menos por ahora, será sostenible cuando todos
tomemos conciencia global de los factores de riesgo que aquejan el sistema
medio ambiental, cuando hagamos racionalización en el consumo de los recursos.
La tragedia ecológica
que vive el mundo es producto de la irracionalidad, fundamentada en el
principio: “primero es la riqueza traducida a capital”. Todo lo que produzca
dinero está por encima del mismo hombre. Esta es la consigna en que nos hemos
metido y que hoy nos ahoga.
Urjo a las naciones
del mundo para que tomen decisiones firmes e inteligentes para la conducción
del planeta desde una forma más racional y humana. Desde una forma que permita
la protección de la vida. Urjo a los líderes para que impartan instrucciones
para la defensa de los recursos que nos procuran y mantienen la vida.
Como familia y entes
sociales tenemos el gran compromiso de proteger el Medio Ambiente, ya que de
esto depende nuestra calidad de vida y la de nuestros sucesores, así como el
desarrollo de nuestro país.
El medio Ambiente es
el conjunto de todas las cosas vivas que nos rodean, de él obtenemos la materia
prima que utilizamos para vivir.
Es por esto que
cuando atropellamos o hacemos mal uso de los recursos naturales, que tenemos a
disposición, lo ponemos en peligro. El aire y el agua ambos indispensables para
vivir se están contaminando, por tanto debemos hacer conciencia del uso que les
damos.
Urjo a los hombres
para que mantengan el equilibrio del medio ambiente. Un SOS por la vida en la
tierra.
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