En política lo real es lo que se ve y en estos próximos días, las bases del
partido se reagrupan por tercera ocasión para poner quizás en el tapete, los
hechos de interés social, cultural, económico y político, siendo este último el
de mayor relevancia, ya que los problemas actuales tienden a empañar la
ideología de un hombre hecho pueblo, quien probablemente tuvo poco tiempo para
revertir el dominante sistema cultural como principio de justicia, tomando las
riendas de la cultura de hacer política.
Quizás fue el único de esta época reciente que tuvo visión clara para
experimentar una transformación del Estado, mediante la formación del sujeto
social, basado en el sentir y el hacer de la palabra una acción permanente,
para materializar la idea. Tal vez luchó contra una cultura perversa que
pareciera perturbar la buena gestión de algunos dirigentes públicos. Pero como
se dice en el argot popular, el que acostumbra a mentir, cuando dice la verdad
pierde credibilidad y éste, es uno de los flagelos que causa incertidumbre en
la sociedad.
Presuntamente estos líderes son base fundamental para afianzar los
objetivos propuestos en el proyecto de gobierno. Sin embargo, se espera que la
agrupación haga una participación con independencia crítica más que por
sumisión al temor a la descalificación o pasar por un tribunal disciplinario,
con el fin dirimir las apetencias personalistas y a su vez, oxigenar a los
representantes locales, asimismo incluir nuevas personalidades para aparentar
una depuración libre de sectarismo y de insatisfacción, producto de las hambres
viejas.
Sea cual fuese el compromiso o la palabra empeñada, ellas y ellos están
obligados a cumplir con su responsabilidad, de lo contrario se perdería toda
voluntad en el intento al socialismo, si no se tiene por lo mínimo la buena
intención de hacer política a través de una formación cultural.
No obstante, parecieran ser preceptores en mentir o engañar a los pueblos
que no desean pensar en el pasado. Por consiguiente, se presume que la mayor
preocupación del comité político es cómo reformar el decadente discurso para
preservar un sentimiento que se multiplicó y en términos lógicos, se pudo
también dividir; ya que se supone que los defensores actuales se esfuerzan más
por conservar y reformar sus estructuras, que formar a sus estadistas que
terminan usando una supuesta cultura política con plena entereza, para no crear
dudas y seguir disfrutando del cambur, de la dádiva y de la misericordia,
mediante el parcelamiento, desapareciendo de esta manera el Eslogan "yo
soy ..." quedando en mera palabra, es decir, invisibilizado; porque ni tan
siquiera imitando se asemejan en la cultura de hacer política, en pro de una
sociedad justa y equilibrada.
Como afirmó el filósofo José de la Luz y Caballero que "La justicia es
el sol del mundo moral, y también que no es necesario desvestir un santo para
vestir a otro, sino que hay que vestirlos a todos".
DELFÍN PÉREZ. Comunicador Social
http://www.diarioeltiempo.com.ve/V3_Secciones/index.php?id=83802014&_Proc=Desp
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