El mundo actual vive a expensas de un alto desarrollo
tecnológico y en forma paradójica vive en medio de la pobreza y en precarias
condiciones socio económicas. Sufre además, de grandes perturbaciones en el
entorno ambiental. Constantemente la ciencia está descubriendo nuevos fenómenos
que perturban el equilibrio hombre naturaleza que preocupan, desde el punto de
vista, de la salud pública y de la salud mental.
Como
estrategia de vida sana debemos permanentemente movernos entre el ambiente de
la ciudad y el ambiente del campo. Una programación en familia es una verdadera
estrategia para frenar el proceso de envejecimiento al cual estamos sometidos
inexorablemente.
Algunos de los fenómenos estudiados corresponden a la
ionización positiva, la contaminación electromagnética y los radicales libres.
También en forma permanente la ciencia busca métodos y estrategias para
contrarrestar su agresiva acción.
La ionización (positiva y
negativa) surge a
partir de fenómenos naturales y su efecto es bien conocido desde la antigüedad.
La concentración de iones positivos, nocivos para la salud humana, se ha venido
incrementando en los últimos tiempos como consecuencia del desarrollo tecnológico
de la humanidad.
De igual manera, el uso y el abuso de la energía
electromagnética (sin la cual ya no es posible concebir nuestra actual
civilización) han generado otra serie de problemas de salud pública y de salud
ocupacional en lo que se conoce como polución
o contaminación electromagnética, debida al funcionamiento de máquinas y
electrodomésticos, y que tiene el agravante de ser, además, un enemigo silencioso e invisible.
También como producto de nuestros hábitos alimenticios y la
incorporación de la química a la industria alimenticia, ha aparecido otro
fenómeno, de particular agresividad, conocido como los radicales libres los cuales, adicionalmente, se ven influenciados
por la inducción de cargas positivas sobre el organismo.
Que es la ionizacion del aire?.Se aplica este término a las
moléculas del aire que contienen pequeñas cargas eléctricas (positivas o
negativas), fenómeno que se da normalmente en el aire que respiramos. Tales
moléculas cargadas de electricidad se llaman IONES. Hay pues iones positivos y
negativos, y están naturalmente en una proporción de cinco a cuatro en una
atmósfera equilibrada. En las ciudades hay un exceso de iones positivos,
mientras que en el campo y en las sierras abundan los negativos.
Estudios recientes demuestran que los iones positivos y los
radicales libres tienen gran incidencia en el proceso de envejecimiento. Entre los muchos trastornos orgánicos
que los investigadores han podido relacionar con el exceso de iones positivos
(+) se destacan los dolores corporales, las jaquecas acompañadas de náuseas,
las contracciones nerviosas de los ojos con irritación de los mismos, la fatiga
desmesurada, los desvanecimientos, las dificultades respiratorias, las alergias
y asmas, los problemas cardíacos y circulatorios, la baja presión sanguínea, la
pérdida de reflejos, la mayor sensibilidad al dolor, las inflamaciones, las
hemorragias, las embolias pulmonares, las trombosis, y la hipersecreción de
serotonina (hormona del estrés), entre otros, con todas las consecuencias y
problemas que de ellos se derivan.
Los iones influyen notablemente en nuestros procesos
biológicos y psíquicos. La ionización del aire es fundamental en la creación y
mantenimiento de la vida en la Tierra. El desequilibrio iónico del aire hacia
un exceso de iones positivos es perjudicial para las plantas los animales y el
ser humano. Todas las personas, en mayor o menor grado, nos sentimos afectados
por el desequilibrio que nos provoca afecciones tales como dolor de cabeza,
tendencia a la depresión, irritabilidad, insomnio y otros malestares. El
perjudicial exceso de iones positivos se da normalmente en las ciudades, a
causa de la contaminación atmosférica que destruye los iones negativos.
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