Tres
científicos estadounidenses ganaron el
premio Nobel de Física 2011 por derrumbar una premisa fundamental de la
astronomía y demostrar que de hecho la expansión del universo se está
acelerando, no frenando.
Su
descubrimiento creó una nueva perspectiva sobre el destino final del universo:
un sitio de temperaturas superbajas y cielos negros que no se verán
interrumpidos por la luz de las galaxias alejándose unas de otras a una
velocidad increíble.
Desde
hace décadas los físicos dan por sentado que la expansión del universo se
estaba volviendo cada vez más lenta, lo que significaba que en miles de
millones de años el universo se parecería al de la actualidad en muchos
aspectos importantes.
Trabajando
en equipos de investigación separados durante la década de 1990, Saul
Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess descubrieron que la luz emitida por más
de 50 distantes supernovas era más débil de lo anticipado, indicio de que el
universo crece a velocidad cada vez mayor.
La
aceleración obedece a lo que los científicos llaman energía oscura, una fuerza
cósmica que es uno de los grandes misterios del universo.
El
descubrimiento que les hizo ganar el Premio Nobel implica entonces que el
universo será cada vez más frío a medida que la materia se expande eternamente
a través de distancias cada vez más vastas en el espacio, dijo Lars Bergstrom,
secretario del comité de Física de la Real Academia Sueca de Ciencias.
Dijo
que las galaxias que están a 3 millones de años luz de la Tierra se mueven a una
velocidad de alrededor de 70
kilómetros por segundo (44 millas por segundo).
Las galaxias que están a 6 millones de años luz de distancia se mueven el doble
de rápido.
Su
investigación implica que en miles de millones de años, el universo se
convertirá en "un lugar muy, muy grande, pero muy frío y solitario",
dijo Charles Blue, portavoz del Instituto Estadounidense de Física.
En
referencia a la teoría del "Big Bang" (la Gran Explosión), el
nuevo destino del universo ha sido llamado el "Big Rip" (Gran
Desgarramiento o Teoría de la Expansión Eterna) para indicar cómo las galaxias
acabarán desgarradas, dijo.
Las
galaxias acabarán volando tan rápido que la luz no podrá viajar a través del
universo hasta observadores distantes como ocurre ahora, por lo que el cielo se
verá absolutamente negro, dijo.
"Desde
hace casi un siglo se sabe que el universo se expande como consecuencia de la Gran Explosión (Big
Bang) hace unos 14.000 millones de años", dijo la Academia en una
declaración. "Empero, el descubrimiento de que esta expansión se está
acelerando es sobresaliente. Si la expansión continúa acelerándose, el universo
terminará siendo hielo", agregó.
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