Vive el hombre desarrollando estrategias para su avance en
el universo y para ello genera permanentemente métodos que le permitan llegar a
niveles de orden superior en su calidad de vida. Cada paso es medido en forma
milimétrica y siempre calcula su rendimiento porque es capaz de determinar el
riesgo-beneficio que representa cada uno de aquellos.
Anda siempre procurando el orden en su cotidianidad y en
esto gasta gran parte de su vida, mientras que el universo tiende al caos. Gran
paradoja en su propia conciencia.
El hombre es único porque tiene conciencia del deber y esto
lo hace como el constructor del trabajo y de la laboriosidad. Mediante el
trabajo ha logrado desarrollar la gran civilización humana con todos sus
errores y aciertos; pero también se ha vuelto procastinador.
La procastinación corresponde a hombres que dejan a un lado
responsabilidades y deberes y propenden por una postergación en su qué hacer y
en sus actos. Consiste en evitar o postergar conscientemente lo que percibe
como desagradable o incómodo. Así, la tendencia es a dilatar cotidianamente un
determinado asunto porque le implica una molestia.
Muchas personas eligen evitar actividades de cualquier grado
de importancia en su vida. Por ejemplo, un ejecutivo que aplaza a diario una
reunión para evitar situaciones conflictivas o un estudiante universitario que,
sistemáticamente posterga preparar sus exámenes.
Los
patrones de procastinación caen en dos categorías: La primera tiene lugar
cuando se postergan rutinas como limpiar la casa, pagar cuentas, regar el
jardín y hay sensación de vivir en forma desorganizada. La segunda tiene lugar
cuando se dilata la solución de problemas personales, como fumar en exceso,
acabar con una relación sentimental destructiva, impedir el abuso por parte de
otro. También posterga actividades recreativas en su tiempo libre: ir al cine,
hacer vida social, jugar con los hijos.
Frente al cambio actual el hombre tiene que ir de la mano
con él. Debe poner todo su empeño en una pronta solución de sus necesidades y
problemas. Para ello debe emplear la estrategia de una adecuada relación son
sus semejantes. El mundo requiere de personas que vayan más allá de la jugada.
Personas emprendedoras que no se dejen amedrentar por las situaciones adversas.
El
hombre tiene que volverse enemigo de ser un infeliz procastinador.
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