SOMOS POLVO DE ESTRELLAS
22 de febrero de 2012
SE CUMPLEN 15 AÑOS DESDE QUE EL MUNDO CONOCIÓ LA CLONACIÓN DE LA OVEJA DOLLY
Fue el primer mamífero clonado y, según su creador, el
británico Ian Wilmut, generó una "nueva forma de pensar" en el mundo
científico, que celebra estos días el 15 aniversario del anuncio de la
clonación de la oveja Dolly, ya fallecida.
La clonación, a partir de una célula adulta, revolucionó a
la ciencia y desató, a la vez, un intenso debate moral.
El artífice de Dolly dijo en entrevista con Efe que ese
experimento "demostró que las células se pueden modificar" y
pueden ser estudiadas para eventualmente llegar a entender "enfermedades
que aún no comprendemos" y desarrollar una curación.
"Si bien es una exageración afirmar que podemos
cambiarlas de la manera que queramos, sí podemos hacerlo de muchísimas formas
que eran completamente inimaginables antes de que naciera Dolly",
reflexionó el científico escocés.
Mediante el desarrollo de nuevos procedimientos científicos
que han tomado como punto de partida el caso de Dolly, Wilmut consideró que
"quizás en un plazo de entre cinco y veinte años podamos obtener los
medicamentos que traten enfermedades como el Parkinson o enfermedades
neuronales".
De la raza Finn Dorset, la oveja más famosa del mundo nació
el 5 de julio de 1996 en el Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia), después de
que un grupo de científicos extrajeran de una célula adulta el núcleo con
material genético para introducirlo en un óvulo previamente
"enucleado" (al que se le ha extraído los cromosomas) de otra oveja.
Mediante ese procedimiento se obtuvo un embrión
genéticamente idéntico al adulto, del que se extrajo la célula de partida y que
se implantó en el útero de la madre portadora, en cuyo vientre se desarrolló el
feto.
La existencia de Dolly no se divulgó, sin embargo, hasta
siete meses después, el 23 de febrero de 1997.
Posteriormente, en 1998, la oveja fue cruzada de modo
natural con un carnero de montaña galés, quedó preñada y se la mantuvo en
cuarentena para evitar un aborto antes de parir una cordera,
"Bonnie". Ello demostró que un animal clonado era fértil y podía
tener una cría sin problemas.
Wilmut, quien actualmente trabaja en el Centro de Medicina
Reproductiva (parte de
Más experimentos con animales
El 'padre' de Dolly puso como ejemplo a una
empresa estadounidense que llevó a cabo cambios genéticos en ganado para que
los animales produjeran anticuerpos humanos, lo que consideró "un
enorme logro técnico".
Otro grupo de expertos norteamericanos trabajaron con
cerdos, a los que modificaron su error genético de forma que fuera el
mismo que el los niños y probar así nuevos tratamientos, "lo que acelera
el proceso de obtención de un medicamento efectivo que pueda emplearse en
menores por primera vez".
"Hay muchas enfermedades que no comprendemos y una
manera de estudiarlas para poder fabricar medicamentos es producir animales que
tengan esa misma enfermedad", dijo el científico inglés.
Según un portavoz del Instituto Roslin, el caso de Dolly
"proporcionó la evidencia de que el destino de las células no es
definitivo: una célula puede ser reprogramada para cambiar su función".
Ese concepto, añadió, "ofrece un enorme potencial para avanzar
en nuestra capacidad para superar muchas enfermedades".
Dolly también desató un intenso debate moral acerca de
los límites éticos de la ciencia frente a las posibilidades de crear vida por
medios artificiales y provocó discusiones acerca de la legitimidad de
intentar la clonación de seres humanos o de órganos con fines terapéuticos.
El punto de vista de Wilmut, quien ya entonces se opuso
firmemente a esa posibilidad, no ha cambiado.
"No es posible clonar humanos; no hay primates
clonados. No entendemos por qué, pero hay algo diferente en el desarrollo
inicial de los primates que hace que los actuales procedimientos de clonación
no funcionen", explicó.
Dolly murió en
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