SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

13 de julio de 2012

EL FIN DE TODO


El fin significa que todo ha llegado a término y que de ahí sólo se espera un nuevo comienzo. Todos los fenómenos del universo andan en esa dirección e inevitablemente tienden a retornar a su inicio. Las leyes que los sustentan son las responsables de aquel eterno retorno y esto nos acerca al concepto de infinito.

Cuando la vida de una estrella masiva, estas son mayores que el sol que nos alumbra, llega a su fin ocurre una gran explosión conocida como supernova, cuya espectacular onda expansiva puede viajar hasta una velocidad de 35 millones de kilómetros por hora y el resplandor resultante equivale a la luz emitida por miles de millones de estrellas en conjunto. A diferencia de otras estrellas, menos masivas, menos grandes, como nuestro sol, que al terminar de consumir el hidrógeno, se convierten en gigantes rojas.

En la muerte de una estrella sus restos siembran el espacio con material para formar una nueva generación de objetos celestes. En este mismo proceso, cuando la vida del hombre llega a su fin ocurre una parálisis de los procesos materiales y energéticos orgánicos y esto significa el fin de todo. En la muerte del hombre sus restos siembran la tierra con sus elementos constituyentes y con las obras realizadas en beneficio del ser humano.

La memoria acumulada del individuo también colapsa y se diluye en el infinito. Nada queda de toda su construcción, sólo permanece en el recuerdo de sus seres queridos, y el mismo individuo permanece en la conciencia de todos mientras estos tengan vida y conciencia, pero al final también colapsan y con esto los recuerdos ya no son.

Ante la incógnita del universo el hombre se pregunta sobre su destino, al final de su tiempo y busca una respuesta que le permita resolver su inquietud. Le preocupa el fin de todo su proceso. Hoy sabe que sus progenitores son las mismas estrellas, que cuando llegan a término esparcen su material para que se produzcan nuevos cuerpos.

El hombre está hecho para que esparza la vida por el universo, para que lo siembre de conciencia y de permanente movimiento inteligente. El fin estará determinado cuando haya cumplido dicho cometido. La vida viajará por  los confines del cosmos irradiando materia y energía y haciendo uso de la memoria de la especie humana, la cual es eterna.

El fin del hombre se plasma en su propia conciencia, desde su finitud puede proyectarse hasta los confines del universo. A partir de esta concepción puedo decir que tenemos una misión que cumplir cuando aún estemos vivos, llevar la vida a otras dimensiones lejanas ajenas a condiciones para su mantenimiento. Pero será el hombre quien debe cumplir con este reto de hacer las condiciones para que la vida se mantenga y pueda tomar conciencia de la magnitud de ese océano cósmico en que se desarrolla.
 http://www.catedraderamiro.blogspot.com

No hay comentarios: