SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

14 de agosto de 2014

PLASTICIDAD CEREBRAL

Las teorías que determinan al hombre desde su comienzo, en la evolución, y a través de su desarrollo histórico, están siendo reemplazadas por los descubrimientos de una nueva disciplina llamada la “neurociencia”. Esta disciplina está entrando al cerebro humano para comprender su comportamiento y entender el complejo entramado neuronal, base del proceso de aprendizaje y de la conducta.

Las altas funciones cognitivas están siendo explicadas desde el punto de vista de la forma de actuar de unas sustancias químicas denominadas neurotransmisores, responsables de los fenómenos eléctricos del cerebro.

Hoy la ciencia ha llegado a observar que cuando se estimulan ciertas áreas del cerebro con mini impulsos eléctricos se produce un “deseo” de alzar la mano y pegar un golpe. Aquí puede radicar el comportamiento agresivo y violento de los humanos. Estamos abriendo una nueva brecha para explicar la violencia en el mundo y que podrá ser abolida mediante un tratamiento o esquema terapéutico.

Se sabe también que las áreas cerebrales están interconectadas y que se generan diferentes circuitos que permiten la actuación del ser. Esto determinará la redimensión de la dualidad ontológica del hombre, su mundo de lo sensible y su mundo de lo racional.

Estas comprobaciones desvirtúan la teoría del ser, estructurada a partir de sus elementos inherentes, cuerpo y alma. Todo parece ser derivado de un engranaje neuronal y de áreas de estimulación que llevan al cerebro a generar una forma particular de comportamiento y de conducta en el ser.

Puedo afirmar hoy, que la vida está producida por una serie de relaciones interdinámicas entre la materia y la energía y dichas relaciones regulan y configuran la condición de lo humano. Es aquí donde entra la dimensión ética, derivada del hombre como constructor de cultura. Las áreas culturales desarrolladas por el hombre son: ciencia, religión, arte y moral. Estas le han permitido alcanzar el nivel de desarrollo de su civilización.

Si la unidad fundamental de la vida es la célula, como nos lo enseñaban en bachillerato, hoy la ciencia se ha entrado en ella hasta sus más profundos recónditos. La célula nerviosa produce una corriente eléctrica que se transmite a lo largo del sistema y permite estímulos que llegan al cerebro. Este órgano genera una respuesta inmediata.

La actitud cambiante del cerebro frente a todos los estímulos que le llegan genera lo que se denomina “plasticidad cerebral”, o sea la capacidad de amoldarse a cada situación, por ejemplo adaptación a la “pobreza” o adaptación a la riqueza.

En el futuro el hombre podrá entenderse a partir de la comprensión de su plasticidad. Cada momento que vive es producto de cambios neuronales y de cambios medio ambientales. Se constituye un nuevo dualismo ontológico: el mundo de lo físico y el mundo de la plasticidad. El ser humano como materia y energía y el ser humano como constructor de cultura identificado en la capacidad de trabajar la ética social.

No hay comentarios: