SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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27 de febrero de 2015

SOLUCIÓN DE CONFLICTOS

Las relaciones entre las personas están determinadas por la aparición de conflictos que surgen de las formas diferentes de ver la realidad y comprender el mundo social. Cuando los conflictos no tienen una solución racional se convierten en violencia y esta puede desestabilizar cualquier organización social.

Como norma universal es importante la búsqueda del control entre las partes afectadas. Para lograrlo es necesario la prudencia y la decisión de reprimir la ira que surge entre ambos.

El manejo del tono de la voz produce efectos positivos, de ahí la importancia de no gritar y de tener templanza y capacidad de manejo de los actos emotivos. Esta condición disminuye el nivel de agresividad y genera posibilidades de acuerdos racionales.

La tendencia del ser humano a vencer en todos los momentos de la vida, le permite usar esta condición para que el contrincante sea el ganador. En el fondo cuando al otro se le concede la razón, este baja su nivel de agresividad y se presenta dispuesto a la negociación. La aparente derrota se convierte en una gran victoria sobre sí mismo.

Cuando sea necesario realizar una crítica de un evento social es importante hacerla con lealtad, desarrollarla en forma serena y sencilla, y sobre todo pensando en el otro, en su bien. Es preciso, y representa un reto, ser fuerte, prudente y recto para actuar de esta manera.

Las formas de actuación de las épocas pasadas deben ser retiradas del proceso de negociación. No es condición sinequanon echarse los errores de cada una de las partes afectadas. Ambos deberán estar en iguales condiciones y esto permite una aproximación más rápida y racional en la solución del conflicto.

La tenacidad y la perseverancia representan las virtudes, que deben mover a las partes, en el logro de acuerdos que beneficien a ambos. Es necesario ceder y conceder para el logro de la paz. Frente a esto es necesario hacer uso de la claridad y de la humildad para reconocer la parte de culpa propia, el olvido de los rencores y la confianza en el otro.

El ser humano y las organizaciones sociales son receptivas de mensajes constructivos, de reconocimiento y de loas que redunden en su propio crecimiento, por ello es importante expresar ideas y conceptos que en cierto modo, vituperen la condición de ser significativo en lo social. Las partes involucradas en el conflicto deben desempeñarse con cordialidad y galantería.

El respeto por los actos equivocados del otro genera confianza y se debe estar dispuesto para admitirlos con sinceridad y sencillez. El errar es de los humanos pero cuando se admite este y se pide perdón con humildad, el hombre mismo y la sociedad perdonan. Esto es la representación de la máxima condición de lo humano. Por eso siempre se quiere vivir en paz.

Estratégicamente si una de las partes decide no pelear, el otro se siente que tiene que bajar su nivel de actor en el conflicto y por eso el que está equivocado es el que más habla. El más racional está más sereno y es el que mejor puede ceder.


En la solución de los conflictos sociales es necesario aplicar el refrán: “ni tan cerca que queme al santo, ni tan lejos que no lo alumbre”. Debemos encontrar la distancia correcta.

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