SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

14 de julio de 2010

BUSCA SER COMPETENTE

Sé competente

En una era de aparatos intrincados y máquinas y vehículos de alta velocidad, nuestra supervivencia y la de nuestra familia y amigos depende en gran medida
de la competencia general de los demás.
En el mercado, en las ciencias, en las humanidades y en el gobierno, la incompetencia39 puede amenazar la vida y el futuro de unas cuantas personas o de muchas.
Estoy seguro que puedes recordar muchos ejemplos de esto.
El hombre siempre ha tenido un impulso por controlar su destino. La superstición, la propiciación a los dioses adecuados, las danzas rituales antes de una cacería, pueden considerarse como esfuerzos por controlar el destino, sin importar lo débiles o vanos que sean.
No fue sino hasta que el hombre aprendió a pensar, a valorar los conocimientos y a aplicarlos con habilidad competente, que empezó a dominar su medio ambiente. Quizá el verdadero “regalo del cielo” ha sido el potencial de ser competente.
En ocupaciones y actividades comunes, el hombre respeta la destreza y la habilidad; en un héroe o en un atleta, casi son objeto de adoración.
La prueba de la verdadera competencia es el resultado final.

El hombre sobrevive en la medida en que es competente; perece en la medida en que es incompetente.
Estimula el logro de la competencia en cualquier ocupación que valga la pena; felicítala y prémiala siempre que la encuentres.
Exige estándares altos de rendimiento; la prueba de una sociedad es si tú, tu familia y tus amigos pueden vivir en ella con seguridad.
Los ingredientes para ser competente incluyen la observación, el estudio y práctica.


17-1. Mira.
Observa lo que ves, no lo que otro dice que estás viendo.
Lo que observas es lo que tú observas. Mira directamente los objetos, la vida y las personas, no los mires a través de una nube de prejuicio, una cortina de miedo o la interpretación de otros. En lugar de discutir con los demás, hazlos ver. Se pueden penetrar las mentiras más flagrantes, se pueden exponer los mayores engaños, se pueden resolver los acertijos más intrincados y pueden ocurrir las revelaciones más extraordinarias, si sólo le pides a alguien, con gentileza, que observe. Cuando alguien encuentra todo demasiado confuso y difícil de soportar, cuando está perdiendo el juicio, sólo haz que de un paso atrás y observe.
Por lo general, lo que encuentra es muy obvio cuando lo ve; después podrá seguir adelante y resolver la situación. Pero si no lo observa por sí mismo, si no lo mira, puede serle un poco irreal y todas las instrucciones, órdenes y castigos del mundo no podrán resolver su confusión.
Aunque se le puede indicar a la persona en qué dirección mirar y se le puede sugerir que se mire, las conclusiones dependen de ella.
Un niño o adulto ve lo que ve y eso es la realidad para él.
La verdadera competencia se basa en la habilidad para observar que tiene la persona. Con eso como realidad, sólo entonces puede ser diestra y estar segura.
17-2. Aprende.
¿En alguna ocasión alguien tuvo información falsa sobre ti? ¿Esto te causó problemas? Eso te dará una idea del caos que puede causar la información falsa; también podrías tener información falsa sobre otros.
Separar lo falso de lo verdadero conduce a la comprensión.
Existe mucha información falsa y la fabrican personas con malas intenciones para lograr sus propósitos. Parte de ella viene de la simple ignorancia de los hechos y puede obstaculizar la aceptación de información verdadera.
El proceso principal del aprendizaje consiste en inspeccionar la información disponible, separando lo verdadero de lo falso, lo importante de lo que no lo
es, y llegar así a conclusiones propias que se pueden aplicar. Al hacer esto, se avanza mucho en el camino a ser competente.
La prueba de cualquier “verdad” es si es verdad para ti. Si cuando recibes un conjunto de datos, aclaras cualquier palabra que no entiendas por completo y analizas la situación, pero aún así la información no parece ser verdadera, entonces no lo es en lo que a ti respecta. Recházala.
Si lo deseas, profundiza más y concluye cuál es la verdad para ti; después de todo, tú eres quien deberá emplearla o no, quien deberá pensar o no con ella. Si
aceptas a ciegas “hechos” o “verdades” sólo porque se te dice que debes aceptarlos, “hechos” o “verdades” que no te parecen verdaderos o que te parecen falsos, el resultado final puede ser desdichado. Es el callejón que lleva al basurero de la incompetencia.
Otro aspecto del aprendizaje sólo exige memorizar datos; por ejemplo, tablas y fórmulas matemáticas, la secuencia en que se deben oprimir algunos botones.
Pero aun en la simple memorización, se debe conocer el propósito del material, y cuándo y cómo emplearlo. El proceso de aprendizaje no es sólo apilar información sobre más información; es alcanzar una nueva comprensión y mejores maneras de hacer algo. De hecho, los que progresan en la vida nunca dejan de estudiar y aprender. El ingeniero competente se mantiene actualizado; el buen atleta revisa
continuamente los avances en su deporte; todo profesional tiene a su disposición muchos libros de texto y los consulta.
Es necesario estudiar y aprender para poder usar de manera competente un nuevo modelo de batidora de huevos o la lavadora y el automóvil del último año.
Cuando esto no se hace, el resultado son accidentes en la cocina y montones de chatarra ensangrentada en las carreteras.

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