SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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24 de diciembre de 2011

EL HOMBRE PROCASTINADOR


Vive el hombre desarrollando estrategias para su avance en el universo y para ello genera permanentemente métodos que le permitan llegar a niveles de orden superior en su calidad de vida. Cada paso es medido en forma milimétrica y siempre calcula su rendimiento porque es capaz de determinar el riesgo-beneficio que representa cada uno de aquellos.

Anda siempre procurando el orden en su cotidianidad y en esto gasta gran parte de su vida, mientras que el universo tiende al caos. Gran paradoja en su propia conciencia.

El hombre es único porque tiene conciencia del deber y esto lo hace como el constructor del trabajo y de la laboriosidad. Mediante el trabajo ha logrado desarrollar la gran civilización humana con todos sus errores y aciertos; pero también se ha vuelto procastinador.

La procastinación corresponde a hombres que dejan a un lado responsabilidades y deberes y propenden por una postergación en su qué hacer y en sus actos. Consiste en evitar o postergar conscientemente lo que percibe como desagradable o incómodo. Así, la tendencia es a dilatar cotidianamente un determinado asunto porque le implica una molestia.

Muchas personas eligen evitar actividades de cualquier grado de importancia en su vida. Por ejemplo, un ejecutivo que aplaza a diario una reunión para evitar situaciones conflictivas o un estudiante universitario que, sistemáticamente posterga preparar sus exámenes.

Los patrones de procastinación caen en dos categorías: La primera tiene lugar cuando se postergan rutinas como limpiar la casa, pagar cuentas, regar el jardín y hay sensación de vivir en forma desorganizada. La segunda tiene lugar cuando se dilata la solución de problemas personales, como fumar en exceso, acabar con una relación sentimental destructiva, impedir el abuso por parte de otro. También posterga actividades recreativas en su tiempo libre: ir al cine, hacer vida social, jugar con los hijos.

Frente al cambio actual el hombre tiene que ir de la mano con él. Debe poner todo su empeño en una pronta solución de sus necesidades y problemas. Para ello debe emplear la estrategia de una adecuada relación son sus semejantes. El mundo requiere de personas que vayan más allá de la jugada. Personas emprendedoras que no se dejen amedrentar por las situaciones adversas.

El hombre tiene que volverse enemigo de ser un infeliz procastinador. 

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