SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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24 de diciembre de 2011

EL TIEMPO IMPLACABLE


En cualquier momento de nuestras vidas hemos tomado conciencia del tiempo que se nos escapa y que es apenas perceptible. La experiencia cotidiana nos dice que el paso del tiempo es irreversible, que no podemos volver atrás, que vemos como nuestros seres queridos y nosotros mismos, crecemos, envejecemos y morimos. No podemos volver atrás. No hay mecanismo posible que nos permita volver a vivir aquellos maravillosos años de nuestra infancia, y que nos haga volver con nosotros a todas aquellas personas que ya nos han abandonado.

La no comprensión de la dimensión del tiempo nos agobia y ante ese gran vacío en su comprensión nos sentimos confundidos y temerosos porque cada instante pertenece al pasado. Defiendo una tesis cuando defino el futuro: como el pasado del presente. Esto no es un mero juego de palabras. Quiero que compartamos esta definición

El supuesto de la irreversibilidad del paso del tiempo es uno de los supuestos más fundamentales para el hombre. La Ciencia moderna no ha contemplado el papel del tiempo. Siempre se ha dicho que esos hermosos edificios que son la Mecánica Newtoniana, la Relatividad de Einstein o la Mecánica Cuántica de Böhr, Schrödinger, Heisenberg, Dirac, etc podrían funcionar igual de bien independientemente del sentido en que fluyera el tiempo.

El hombre vive buscando descifrar el tiempo, Einstein habla del espacio tiempo. El universo se encuentra en una fase de expansión desde hace unos 14.000 millones de años. Una de las mayores paradojas de nuestra educación científica es que en muchos casos nos acercamos al estudio de los procesos naturales armados de todo nuestro bagaje técnico-matemático basado en las leyes del equilibrio y en los procesos reversibles.

Si queremos entender algo de cómo es este universo en el que estamos, hemos de tener en mente ideas relativas a desorden, azar, organización...es decir, de entropía.

La Segunda ley de la Termodinámica nos dice que la entropía, en cierto modo, el desorden del Universo debe aumentar, que todos los procesos que se den en él son irreversibles. Que poco a poco, el Universo se va a ir diluyendo en una especie de caldo homogéneo y uniforme en el que las irregularidades, discontinuidades, agregados se van a ir diluyendo hasta llegar a un estado de máxima entropía, de máximo desorden. Es la Muerte Térmica del Universo. He aquí como la dirección del tiempo viene marcada por una evolución desde un estado de menor a otro de mayor entropía.

Es a partir de la construcción del modelo del tiempo cuando el hombre comienza a construir su civilización estructurada en su finitud. La comprensión del tiempo por el hombre tiene forma finita. La ciencia deberá demostrar tal condición o no. El accionar del hombre en el tiempo lo circunscribe a estados de finitud y de cambio permanente. Parece que el tiempo nos acosa y nos cobra cada momento de la vida. El tiempo es implacable porque siempre cobra, para bien o para, quitando una parte de la vida. Todos vamos inexorablemente gastando nuestras vidas.

Sin embargo, no olvidemos lo que, con un cierto tono irónico, comentaba Jorge Luis Borges "cuando oigo decir que frente al problema de la naturaleza del tiempo se han hecho muchos avances en estos últimos cien años, no puedo dejar de pensar que esta respuesta es tan absurda como si respondiésemos que frente al problema de la naturaleza del espacio, se dijese que se han hecho muchos avances en estos últimos cien metros". 

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