SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

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27 de diciembre de 2010

ATARAXIA INANE

El universo está acompañado de una enorme cantidad de energía. Esta es la que determina la existencia de aquel y lo mueve violentamente ante la aparición de la vida de una estrella. Se podría decir que este fenómeno es la expresión de una pasión infinita de la materia. La intensidad es la consecuencia de un incesante consumo de energía en los procesos que se dan en su interior.

El hombre ha llegado a calcular el fin del universo. Hoy se acepta la teoría del big bang o la gran explosión que dio origen al universo actual. Se ha demostrado científicamente su validez y hoy se considera como una verdad determinada por la ciencia.

Existen fenómenos universales que demuestran disminuciones en el consumo de energía, tal es el caso del final de una estrella o de un sol. Cuando se apagan producen tinieblas y conmociones vastas que generan miedo al hombre mismo.

Los filósofos griegos, epicúreos, estoicos y escépticos encontraron en el hombre una disposición del ánimo gracias a la cual alcanzamos el equilibrio emocional mediante la disminución de la intensidad de nuestras pasiones y deseos, y a la fortaleza del ser frente a la adversidad con el logro de la tranquilidad espiritual y la paz interior. Estamos frente al concepto de ataraxia.

Encontramos el universo como el máximo rector de nuestros actos. Nos da ejemplo y nos lo manifiesta a través de sus leyes universales. El final de una estrella o de un sol es un estado de ataraxia. Es una disminución de la intensidad en el consumo de energía. Es una disposición a alcanzar el equilibrio o para el logro de un estado de ataraxia.

En la vida del hombre la disposición del espíritu es muy parecida a la apatía propuesta por los estoicos. Así, la apatía es más típicamente estoica y la ataraxia se encuentra con más frecuencia en las propuestas de los filósofos epicúreos y escépticos.

La ataraxia, como la apatía, es el estado anímico que nos permite alcanzar la felicidad. Se consigue mediante la disciplina del apetito para que éste nos presente sólo deseos moderados, y tras aprender a aceptar los males y a renunciar a los deseos cuando sean imposibles de cumplir.

El matiz más importante que separa la ataraxia de la apatía es que la apatía promueve la felicidad como consecuencia de la eliminación de las pasiones y deseos; por el contrario, la ataraxia lo hace mediante la creación de la fortaleza espiritual, fortaleza frente al dolor corporal y las circunstancias adversas.

El universo se fortalece cuando ahorra energía. Se revitaliza. Parece como si disfrutara de un momento de felicidad en la vastedad de su océano.

En el hombre la ataraxia o apatía conducen inevitablemente a algo vano o inútil. Sólo que este tiene que definir un proceso que produzca un valor de utilidad a todas sus actuaciones. El consumo de energía y la búsqueda de estados de equilibrio por medio de disminución de sus pasiones no lo pueden llevar a situaciones de vaguedad o inutilidad. Lo inútil es inane. Lo inane no produce ni rinde frutos.

La ataraxia inane es la consecuencia del hombre que se detiene en su proceso de la vida. Es el castigo por el freno frente al progreso y al avance. El ahorro energético solo lo debe defender en la medida en que logra sus metas. Hombre y universo luchando contra la ataraxia inane. La disminución de pasiones y energía en detrimento de su misma forma.

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