SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

27 de diciembre de 2010

HOMO SAPIENS

El origen de la especie humana se remonta a los comienzos del cuaternario. En la formación y evolución de nuestro planeta tierra la era geológica denominada cuaternaria, se llama la era antropozoica, su duración se calcula en 1 millón de años. Se caracterizó por las glaciaciones, fenómeno por el cual una gran parte del planeta se cubrió con una inmensa capa de hielo. Muchas especies desaparecieron pero surgieron algunas nuevas y fueron las aves y mamíferos los vertebrados que dominaron la Tierra.

En síntesis, hubo un gran predominio de los mamíferos, una gran expansión del hombre y la presencia de una flora y una fauna muy parecida a la actual. Durante esta era apareció realmente el hombre (el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens). El reloj del tiempo geológico le asigna al homo sapiens una edad aproximada de un millón de años como ya lo manifestamos.

La Evolución humana fue producto del desarrollo biológico y cultural de la especie Homo sapiens, el ser humano actual. El estudio de la evolución del ser humano se basa en un gran número de fósiles hallados en diversos lugares de África, Europa y Asia. También se han descubierto numerosos utensilios y herramientas de piedra, hueso y madera, así como restos de fogatas, campamentos y enterramientos. A raíz de estos descubrimientos, que pertenecen al campo de la arqueología y la antropología, se ha podido realizar una reconstrucción histórica de la evolución humana durante los últimos 4 a 5 millones de años.

Se han descubierto fósiles del género Australopitecos en diferentes yacimientos en el este y el sureste de África. Surgido hace más de 4,5 millones de años, al parecer se extinguió hace 1 millón de años. Todos los australopitecos mantenían una postura erguida y su forma de locomoción era bípeda; eran, por consiguiente, indiscutiblemente homínidos.

Durante el periodo comprendido entre los 300.000 y los 200.000 años atrás, el Homo erectus evolucionó hacia el Homo sapiens. Debido al carácter progresivo de su evolución, resulta difícil identificar con precisión cuándo se produjo esta transición, por lo que los científicos se han dividido clasificando los fósiles de esta época como Homo erectus tardío o como Homo sapiens.

A partir de la aparición del Homo Sapiens se empezó la construcción del Hombre actual. El desarrollo de su grado de conocimiento le permitió realizar procesos para el mantenimiento de su supervivencia. Sus movimientos se fueron perfeccionando en la medida de su avance sobre el planeta.

Por eso me atrevo a decir que hemos heredado de nuestros antepasados el anhelo profundo de un conocimiento unificado y universal. El conocimiento en el hombre es lo que le ha permitido resolver sus problemas y necesidades y ha logrado consolidar el desarrollo de las organizaciones sociales.

Entre el Homo Sapiens y el Hombre actual sólo existe el tiempo como una estrategia de su pulimento y de sus desaciertos.
La conciencia y la racionalidad determinan su diferencia. Aunque todavía muchos de los seres humanos son Homo Sapiens, otros han avanzado en la estructuración de modelos sociales y de soluciones.

Tenemos el reto de no defraudar a nuestros antecesores. Somos responsables de establecer nuevos métodos y procesos que nos lleven a nuevos estados de progreso.
Vale darle la mano, en el tiempo, a los Homo Sapiens, pero tenemos que avanzar en la construcción de civilización.

No hay comentarios: