SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

22 de diciembre de 2010

LEYES DE LA NATURALEZA

El universo se expresa a través de explosiones y reacomodos. Su ardiente vibrar en el seno de su inmensidad y de su eternidad producen un enigma frente al actuar de la vida.

Las enormes transformaciones de aquel, reflejadas en el planeta tierra, producen estados de desacierto y de incertidumbre. Qué gran preocupación la del hombre cuando se siente impotente ante las leyes de la naturaleza, pero tiene la facultad de asimilar conocimiento que le permite avanzar en la construcción de soluciones a los problemas del mundo.

La sabiduría es la conjugación del conocimiento y la experiencia de la vida. Esta acaba con la omnipresencia y con el fantasma del poder del hombre. El momento actual de la tierra nos preocupa enormemente; vemos cómo nuestros semejantes parten eternamente como producto de las leyes naturales. La constante del hombre es la de seguir hacia delante. Las adversidades no lo amedrentan, la vida se empecina en reproducirse y en no dejarse segar. Parece como si la vida fuera la responsable de la conciencia del universo.

Sin la conciencia humana el universo no existiría. Somos parte de una realidad y debemos trabajar para que la aplicación de las leyes naturales sea menos violenta y para la protección de la vida misma.

Tenemos el deber de construir estados de progreso para que la humanidad camine por ellos. Creo en los hombres que se empecinan en la búsqueda de mejores niveles de vida, dando todo lo que tienen de sí y poniendo toda su gestión en aras de una sociedad más justa.

Las leyes de la naturaleza nos permiten hacer una reflexión para el re-direccionamiento de nuestros actos. Cualquier manifestación en contra, por la aplicación de una ley, nos debe dejar una experiencia constructiva.

La vida apenas hace parte de un gesto amable del universo. A través de ella podemos comprender la magnitud de su expresión y podemos moldear la violencia de aquella reacción. Somos frágiles ante los fenómenos universales.

El mundo sigue su rumbo, obedeciendo unas leyes eternas y el hombre trata de seguir su rumbo cuando decide obedecer las leyes eternas del universo.

Somos criaturas universales con capacidad de pensamiento y de asimilar conocimiento. Tenemos la responsabilidad de compartir el mundo con nuestros semejantes y de trabajar inteligentemente para atenuar la manifestación de los fenómenos naturales.

Tendrá el hombre la necesidad de moldear los efectos mortales de las leyes naturales. Tendrá el hombre que aprender a vivir cuando llegue a moldear sus expresiones.

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